Mientras el litoral concentra gran parte de la atención turística, el interior de la Costa del Sol se consolida como un destino en crecimiento. Pueblos blancos, bosques singulares y rutas de aventura han atraído a más de 1,3 millones de visitantes en 2024, confirmando un cambio en las preferencias de quienes buscan desconexión y contacto con la naturaleza.
Según cifras recientes, una décima parte del total de turistas que llegaron a la provincia en 2024 optó por esta zona menos concurrida, marcada por su riqueza paisajística y cultural. Esta tendencia no solo diversifica la oferta turística, sino que también impulsa el empleo local, fomenta nuevos emprendimientos y ayuda a enfrentar la despoblación rural.
El Bosque de Cobre y la magia del Valle del Genal
Uno de los mayores atractivos es el llamado Bosque de Cobre, un espectáculo natural que se despliega en otoño cuando los castaños tiñen de tonos ocres, amarillos y naranjas las laderas del Valle del Genal, en la Serranía de Ronda. Además de senderos y miradores, la zona mantiene vivas tradiciones ligadas a la castaña, presentes tanto en la gastronomía como en celebraciones locales.
En este entorno se encuentra Parauta, un pequeño municipio que desde 2022 cuenta con el itinerario familiar El Bosque Encantado. Con figuras talladas en troncos de castaños, la iniciativa ha significado “un revulsivo total” para el pueblo, que ha visto crecer su oferta comercial y turística durante todo el año, según ha explicado su alcaldesa, Katrin Ortega.
Pueblos singulares y turismo activo
A pocos kilómetros, Júzcar destaca por su identidad como La Aldea Azul, tras pintar sus casas para el estreno mundial de Los Pitufos 3D en 2011. Hoy, ese sello visual sigue atrayendo visitantes.
Más hacia el interior, el Parque Natural de la Sierra de las Nieves —Reserva de la Biosfera— ofrece rutas guiadas, senderismo, ciclismo de montaña, escalada y espeleología. Allí se encuentra el mayor sistema subterráneo de Andalucía y valiosos pinsapares, donde destaca el Pinsapo de las Escaleretas, considerado una joya botánica.

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El Caminito del Rey, un icono renovado
Otro emblema del interior es el Caminito del Rey, en Ardales. Esta pasarela suspendida sobre el Desfiladero de los Gaitanes ha recibido cerca de 3 millones de visitantes desde su reapertura en 2015. Actualmente, se trabaja en su ampliación, que incorporará el puente colgante peatonal más largo de España, reforzando su atractivo como experiencia de turismo activo.
Así, el interior de la Costa del Sol se posiciona como un nuevo destino turístico, donde naturaleza, aventura y desarrollo local conviven lejos del bullicio costero.