Este míercoles será la presentación en la cárcel de La Serena
El kamishibai combina textos e ilustraciones en una especie de cuentacuentos. La iniciativa comenzó en 2012 y durante el año 2013 los internos se propusieron el objetivo de publicar y difundir estas creaciones. Los autores siguieron elaborando, mejorando y editando los textos y, apoyados por un ilustrador, terminaron de afinar las ilustraciones. La obra estará disponible en todas las bibliotecas públicas del país y es una iniciativa del programa “Memorias del Siglo XX” de la DIBAM.
Cinco cuentos escritos por presos que abarcan temas como los cambios urbanísticos de La Serena, el golpe de Estado de 1973, la música de los 80 y los últimos viajes del tren de Elqui son parte de un libro que se presentará hoy en la cárcel de Huachlume, en la región de Coquimbo, y que estará disponible en las bibliotecas públicas del país.
Lo novedoso es que las obras fueron escritas mediante la técnica japonesa de kamishibai, que combina textos e ilustraciones: frente a los espectadores se lee un texto mientras se van mostrando láminas de dibujos, en una especie de teatro.
Los cuentos son “Will y Cucho”, de Alejandro Contreras; “El Estanque”, de Nelson Vásquez; “Ricky el orejón”, de Ricardo Bugueño; “La piedra galena”, de José Pérez Pacheco y “Amor de perro”, de Freddy Llancabure.
Todos ellos participaron en el taller literario “Huanta” con el objetivo de contar sus historias en el marco de un programa que apunta a rescatar la memoria colectiva de nuestro país, “Memorias del Siglo XX”, de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM).
El Estanque, de Nélson Vásquez.
“La idea es que empezáramos a recordar y sacar afuera experiencias de cada uno de ellos, con la intención de revalorar la memoria y de entenderla como un derecho igual para todos”, explica la asistente social Olga Sáez, integrante del programa. “Los internos, por muy presos que estén, también tienen derecho a recordar y a expresar su memoria”.
La técnica japonesa ya está presente desde algunos años en las bibliotecas del país, y Sáez cuenta que los internos son los primeros a nivel nacional en trabajar con ella. “A ellos les pareció un instrumento novedoso. Creo que el gran gancho fue la rusticidad y simpleza de este teatrillo, ya que es muy simple transportarlo y trabajar con él”, explica.
Taller realizado por Olga Sáez
Para Llancabure, uno de los autores, la asistencia al taller literario desde hace varios años fue un escape a la monotonía existente en la cárcel. “Antes era re malo para la lectura y en base al taller comencé a explorar las letras, y me gustó. Aparte es un rato en el que uno como que está en libertad”, dice.
Agrega que a veces la dureza de la prisión impide compartir los sentimientos y las penas de cada uno con el resto, pero que sí pueden expresarse literariamente, “con un lápiz y un papel”. “Es como un desahogo”. En cuanto a la técnica japonesa, le pareció más interesante, especialmente los niños, al ir combinando lectura e imágenes.
El cuento de Llancabure, “Amor de perro”, habla de los cambios urbanísticos que ha ido viviendo su barrio, el sector de Las Compañías de La Serena (aunque no lo nombra específicamente), y los combina con los recuerdos de un amigo de infancia, un niño de la calle que siempre andaba con su perro.
Nelson Vásquez, otro de los autores, en tanto, recuerda sus días de niñez en “El estanque”, un cuento que habla de una “piscina de los pobres” que existía en los años 80 en un sector de La Serena donde solía bañarse junto a sus amigos y familiares, y donde hoy se encuentra la Villa El Parque.
El autor cuenta que su entorno está “feliz” de verse retratado en el cuento y elogia al taller “por abrirme un mundo que no conocía”. Vásquez ya ha ganado concursos con su talento literario y, ahora en libertad, espera poder seguir escribiendo.
La presente iniciativa comenzó en 2012 y durante el año 2013 los internos se propusieron el objetivo de publicar y difundir estas creaciones. Los autores siguieron elaborando, mejorando y editando los textos y, apoyados por un ilustrador, terminaron de afinar las ilustraciones.
La técnica japonesa del kamishibai permite narrar los cuentos mostrando las ilustraciones en un pequeño teatrillo. Para ello, “Huanta” construyó su propio teatro, el “Kamishihuanta”, y finalizaron este ciclo de trabajo con una presentación de las obras a sus familiares, miembros de Gendarmería, monitores de la prisión y funcionarios de la DIBAM, el año pasado.
Presentación de Kamishihuanta
“Huanta” es un colectivo literario creado espontáneamente hace varios años por los internos del antiguo penal de La Serena y que hoy continúa reuniendo a personas privadas de libertad en torno a la lectura y la creación literaria. En la actualidad funciona en el Área de Recreación del establecimiento a través del subprograma DRAC (Deporte, Recreación, Arte y Cultura).
El taller no sólo es una de las formas de reinserción de los presos, sino un “espacio de libertad”, como destaca Sáez.
La iniciativa fue posible gracias a la colaboración permanente entre la Coordinación Regional del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas (SNBP) y el Centro Penitenciario de La Serena en el sector de Huachalalume.
