A pocos minutos iniciada la esperada sesión, los trabajadores públicos comenzaron a manifestarse en las graderías de la Cámara. Ante los gritos, y tras las solicitudes de guardar silencio, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS) solicitó un receso de cinco minutos y el desalojo de los trabajadores.
“Esto es un atropello”, vociferaba a su salida de la sala de la Cámara de diputados, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, quien fue sacada por Carabineros, junto a decenas de funcionarios públicos de la sesión en que se votaría el veto presidencial para el reajuste del sector público.
Cabe recordar que la noche de este lunes el gobierno anunció con bombos y platillos que logró llegar a un acuerdo con los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría, con el fin de que apoyaran la propuesta que pretende reponer el guarismo de 3,2% de reajuste y aumentar de 100 a 104 mil pesos los bonos de término de conflicto para los sueldos inferiores a 550 mil pesos. Acuerdo del cual se restaron los parlamentarios del Partido Comunista, al no estar conformes con el ajuste propuesto por el Gobierno.
A pocos minutos iniciada la esperada sesión, los trabajadores públicos comenzaron a manifestarse en las graderías de la Cámara. Ante los gritos, y tras las solicitudes de guardar silencio, el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS) solicitó un receso de cinco minutos y el desalojo de los trabajadores.
A pesar de los intentos de los diputados Gabriel Boric y Camila Vallejo, Carabineros procedió con la orden de Andrade y desalojó a decenas de trabajadores que montaban en cólera cada vez que los funcionarios se acercaban, así entre fuertes forcejeos y gritos en contra de Andrade la sala fue desalojada.
“Esto francamente es una vergüenza, tuvimos que lidiar con un debate de reajuste indigno, no solo tuvimos que lidiar con el ministro Valdés, ahora con este desalojo indigno”, gritó Bárbara Figueroa, mientras bajaba las escaleras acompañada por las diputadas del Partido Comunista, Karol Cariola y Camila Vallejo.
Tras ser desalojado, el presidente de la Confusam, Esteban Maturana, señaló que se reunirán todos los dirigentes del sector público, en conjunto con la CUT, para estudiar lo ocurrido y la posibilidad de intensificar las movilizaciones. “Esta agresión no va a ser tolerada. Ellos van a tener que sentir el peso de los trabajadores que no han sido tratados como personas”.
En su intervención tras el desalojo, el diputado Claudio Arriagada (DC) rechazó la propuesta y señaló que era necesario pedir disculpas a los trabajadores, “el 3,2% no alcanza a ser la compensación del costo de la vida” y recalcó que “siempre la responsabilidad en las espaldas de los trabajadores”.
El diputado Gabriel Boric agregó que la mayoría de los parlamentarios tenemos claro que 3,2 ayer es igual que 3,2 hoy día (…) debemos rechazar un reajuste precario. Lo importante no es que se ponga de acuerdo la Nueva Mayoría entre ellos, sino que con los trabajadores”. Además, hizo un llamado a los parlamentarios del oficialismo “que rechazaron la semana pasada este reajuste a que mantengan esa coherencia y sobre todo a que aquellos que están presentes no salgan de la sala a la hora de votar”.
Finalmente, Boric interpeló a los trabajadores que respaldaron los votos en contra de los parlamentarios de derecha, “debo decirle a los trabajadores que a la derecha que hoy aplauden es la misma derecha que votó en contra de la reforma sindical, no aplaudan a la derecha oportunista en esta ocasión”.
Tras una breve reunión de comité la sala retomó la sesión sin público y, en estos momentos continúa con la votación al veto presidencial, el que no será apoyado por los parlamentarios de Chile Vamos, mientras los ministros Nicolás Eyzaguirre y Rodrigo Valdés sacan cuenta de los votos que lograrán entre la Nueva Mayoría.
