Publicidad
La renuncia de Montes a la presidencia de la Comisión de Hacienda abre nueva fractura entre La Moneda y el partido de la Presidenta El puesto es estratégico para concretar la agenda legislativa del Gobierno

La renuncia de Montes a la presidencia de la Comisión de Hacienda abre nueva fractura entre La Moneda y el partido de la Presidenta

Cansado de que las propuestas de su bancada no fueran incorporadas y que solo haya «instancias formales de diálogo», mientras se consiguen acuerdos con la oposición que –a su juicio– no tienen que ver con el programa, el parlamentario por Santiago Oriente se marginó también como el interlocutor de los senadores de su colectividad, quienes compartieron su diagnóstico.


Este lunes el senador Carlos Montes informó al Partido Socialista que renuncia a ser jefe de bancada de los senadores de dicha colectividad y además al acuerdo que lo dejaba como presidente de la Comisión de Hacienda durante el periodo legislativo de 2017.

Montes, elegido diputado desde 1990 y como senador por Santiago Oriente hasta 2022, es parte del «inventario» del Congreso, y reconocido de forma transversal como un gran articulador de acuerdos por todos los congresistas, que lo han elegido el mejor entre sus pares en al menos dos oportunidades.

Por eso la renuncia podría ser más que un gesto político. Como jefe de bancada, es el que representa a los senadores ante el equipo político del Gobierno, con quien se agiliza y acuerda la tramitación de las leyes. Además, como presidente de la Comisión de Hacienda, es clave para administrar los tiempos de tramitación de los proyectos de ley, casi todos los cuales pasan por Hacienda. Algo no menor si el gobierno quiere concretar la agenda legislativa en los 15 meses que le restan.

«El senador Carlos Montes es impresindible para el trabajo político del partido. No sé con quién específicamente tiene una mala relación. Pero esperemos que se pueda reparar», dice el secretario general del PS, Pablo Velozo, que subroga a Isabel Allende, presidenta de la colectividad.

En una carta distribuida entre los parlamentarios del partido, Montes detalla que precisamente no ha estado a favor de los acuerdos que la Nueva Mayoría ha generado con la oposición. «El estilo del Gobierno es claramente negociar con la derecha, tantearnos a los de la Nueva Mayoría sin mayores consecuencias, cuando hay diversidad, y avanzar sin mayores consideraciones”, reza la carta que difundió en parte La Tercera.

El enojo viene del limitado rango de acción que –a su juicio– tienen los senadores socialistas para influir en las decisiones políticas. Ejemplos de ello hay más de uno. Como cuando los parlamentarios de la colectividad presentaron una propuesta para incentivar el crecimiento de la economía, que no fue considerada por Hacienda en el presupuesto 2017. Tampoco el plan a una década para entregar fondos a las universidades estatales y menos su negativa a implementar un sistema de becas para evitar que la oposición aprobara la glosa de gratuidad en educación del Gobierno y no recurriera al Tribunal Constitucional, como efectivamente se logró.

Este último punto, afirman en el PS, es el que rebalsó el vaso. La decisión de la ministra Delpiano, de impulsar este acuerdo a la medida de la derecha, golpeó una de las agendas más queridas de Montes, que desde hace años está encima de la reforma educacional.

“La condición de senador –y de parlamentario en general– no tiene mayor significado en el esquema del equipo político. Normalmente, solo hay instancias formales de discusión. No hay intención genuina de procesar y acoger planteamientos diversos, aunque sea de las bancadas”, agrega en la carta. Cabe recordar que Montes es uno de los senadores socialistas más cercanos y disciplinados con la Presidenta Bachelet.

El resto de los senadores de la colectividad le entregó su apoyo y compartió el diagnóstico político de Montes a través de una declaración.

«La Bancada de Senadores Socialistas se declara ‘en reflexión’, ante la necesidad de buscar una relación distinta con el Gobierno y, particularmente, con los ministerios que lideran su acción política y económica. Insistiremos en la necesidad de poner como prioridad la reactivación económica del país, la reforma al sistema de pensiones y una priorización de la educación pública», afirmaron.

Los parlamentarios agregaron que «reconocemos también el rol y compromiso que ha jugado el senador Carlos Montes en posicionar estos temas como las prioridades centrales para el país. Tenemos el desafío de repensar el tipo de relación de las fuerzas progresistas con su estrategia de cambio y compromiso social, y a eso nos abocaremos en esta reflexión», sostuvieron.

Publicidad

Tendencias