Publicidad
Dos ruedas contra el tráfico: la moto se consolida como alternativa de movilidad en Chile Movilidad

Dos ruedas contra el tráfico: la moto se consolida como alternativa de movilidad en Chile

Publicidad

Con más de 3,5 millones de búsquedas en el primer semestre de 2025, el mercado de las motocicletas sigue al alza. Además de la creciente participación femenina, el sector se proyecta como una solución real ante la congestión urbana que le cuesta al país más de USD 1.000 millones al año.


 En medio de una ciudad cada vez más congestionada, las motocicletas se abren paso como una alternativa de movilidad eficiente, económica y flexible. Lo que alguna vez fue visto solo como un medio de transporte para aventureros o repartidores, hoy representa una opción seria frente a los problemas de tráfico y conectividad que afectan a los grandes centros urbanos.

De acuerdo con el TomTom Traffic Index 2024, Santiago se ubica entre las 100 ciudades más congestionadas del mundo, con un promedio de 100 horas adicionales al año perdidas en el tráfico.

La Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM) estima que esta situación genera una pérdida económica superior a los USD 1.000 millones anuales, debido a la baja en productividad y eficiencia laboral.

“El costo de la congestión es altísimo. La motocicleta es una alternativa real para recuperar parte de ese valor, porque permite reducir traslados, descongestionar las calles y mejorar la calidad de vida de los trabajadores”, afirma Cristián Reitze, presidente de ANIM.

Reitze enfatiza que “Chile necesita una mirada moderna e inclusiva hacia las motocicletas, libre de prejuicios e incorporarlas en la planificación del transporte urbano”.

ANIM plantea que integrar plenamente a la moto en las políticas de movilidad urbana es clave para:

  • Reducir los tiempos de traslado en la capital.
  • Aliviar la congestión vehicular en las horas punta.
  • Aumentar la productividad y el acceso a oportunidades laborales.
  • Disminuir emisiones gracias a su menor consumo de combustible.

Solo en el primer semestre de 2025, la Región Metropolitana concentró el 67,1% de las ventas de motocicletas nuevas, mientras que regiones como Coquimbo, Valparaíso, Biobío y Maule muestran un crecimiento sostenido. En paralelo, el mercado de motos usadas se consolida como puerta de entrada para nuevos usuarios, con precios más accesibles y una oferta cada vez más amplia en plataformas digitales.

Un mercado en transformación

Según el último informe de Chileautos, el interés por las motos usadas alcanzó más de 3,5 millones de búsquedas durante el primer semestre de 2025, un crecimiento sostenido que confirma el auge del mercado de motos usadas y la consolidación del sector.

“La moto se ha transformado en una extensión del estilo de vida urbano. Combina libertad, economía y practicidad, y eso la hace atractiva para personas que buscan moverse de forma más eficiente”, explica Inés Guitarte, CEO de Chileautos.

La categoría “Sport calle-urbana” lidera las preferencias con un 36,5% de las búsquedas, seguida por las Todo Terreno (29,3%), Enduro-Cross (21,2%) y Deportivas (12,7%).

En cuanto a marcas, Yamaha se mantiene en la cima con un 25,4% de las búsquedas, seguida por Honda (20,5%) y BMW (10,8%). Le siguen Kawasaki, Suzuki, KTM y Triumph, reflejando un mercado cada vez más diverso y competitivo.

Las cifras también evidencian un cambio cultural: si bien los hombres concentran el 71,7% de las búsquedas, la participación femenina llega al 28,3% y sigue aumentando. Además, los usuarios de entre 25 y 34 años son los más activos, lo que demuestra que la moto ya forma parte del nuevo concepto de movilidad de las generaciones jóvenes.

Hacia una movilidad más inteligente

El debate sobre el futuro de la movilidad urbana ya no se limita a autos eléctricos y transporte público. Las motocicletas, por su tamaño compacto, bajo consumo y capacidad para evitar puntos de congestión, se posicionan como un eslabón intermedio entre el auto y la bicicleta, especialmente para trayectos urbanos cortos y medianos.

Organismos como MotoLatam, que agrupa asociaciones de motocicletas de ocho países, promueven la incorporación de las dos ruedas en las políticas de transporte urbano con un enfoque de seguridad, sostenibilidad y equidad vial.

“El momento de actuar es ahora. La motocicleta seguirá impulsando el desarrollo en nuestra región, pero su futuro dependerá de las decisiones que tomemos juntos”, señala Iván García, secretario general de MotoLatam.

Chile fue sede de la Segunda Asamblea de MotoLatam, respaldada por la Federación Internacional de Motociclismo para Latinoamérica (FIM). En el encuentro se presentó el Manifiesto del Motociclismo Latinoamericano, que propone medidas concretas para reducir la siniestralidad y fortalecer la movilidad sostenible en la región.

Con más de 50 millones de motos registradas en América Latina y un crecimiento del 10,8% solo en 2024, el documento busca armonizar regulaciones y promover la inclusión de la motocicleta en los planes de movilidad urbana y rural.

“El momento de actuar es ahora. La motocicleta seguirá impulsando el desarrollo en nuestra región, pero su futuro dependerá de las decisiones que tomemos juntos”, afirma Iván García, secretario general de MotoLatam y director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI.

Cinco ejes clave del manifiesto:

  1. Seguridad vial: formación, uso obligatorio de equipamiento y adaptación de infraestructura.
  2. Regulación regional: evitar medidas prohibicionistas y generar marcos coherentes con la realidad socioeconómica.
  3. Movilidad sostenible: integración plena de la moto en la planificación urbana.
  4. Futuro limpio: transición hacia tecnologías y combustibles más limpios.
  5. Trabajo conjunto: alianzas entre gobiernos, industria y sociedad civil.

Si se aplican coordinadamente, las medidas podrían reducir la siniestralidad en cinco años y generar beneficios en productividad, salud y sostenibilidad.

Porque la moto hoy es parte de la respuesta a los desafíos de movilidad y eficiencia que enfrenta el país. Representa libertad, flexibilidad y una nueva manera de entender el desplazamiento en la ciudad.

Y en un contexto donde el tiempo y la eficiencia son oro, las dos ruedas se consolidan como un vehículo de cambio para la movilidad urbana del futuro.

Publicidad