
Red Hat explica cómo la virtualización puede agregar valor a largo plazo para las empresas
La adopción de soluciones de código abierto, como OpenShift Virtualization, permite la modernización con riesgos controlados y ganancias en eficiencia, seguridad y flexibilidad con la vista puesta en el futuro.
La presión para reducir costos, tener una mayor flexibilidad y la necesidad de adaptarse rápidamente a tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, han llevado a las empresas a buscar alternativas para migrar sus cargas de trabajo virtualizadas. Las demandas actuales combinadas con una visión estratégica a largo plazo han transformado la virtualización de una solución simple para reducir el uso de hardware a una base para la modernización de la infraestructura de TI, integrando contenedores, IA y computación en la nube.
Las máquinas virtuales (VM) siguen desempeñando un papel fundamental, especialmente en aplicaciones que requieren aislamiento, compatibilidad con cargas de trabajo heredadas y seguridad. De acuerdo a Precedence Research, se espera que el mercado mundial de virtualización aumente de 12.730 millones de dólares en 2025 a 43.810 millones de dólares en 2034, lo que pone de relieve su continua relevancia.
En este escenario, las soluciones de virtualización de código abierto aparecen como una opción de modernización con riesgo reducido y ganancias en eficiencia, seguridad y flexibilidad. Según expertos de Red Hat, líder mundial en soluciones de código abierto, la virtualización nativa en Kubernetes es una de las apuestas más prometedoras para equilibrar las operaciones actuales con las necesidades futuras.
“La virtualización moderna es una inversión de valor a largo plazo con impacto inmediato para las empresas. Permite ganancias en eficiencia y un camino estructurado para la adopción de tecnologías emergentes, como la IA”, afirma Thiago Araki, director senior de tecnología para Latinoamérica en Red Hat. “Su ventaja competitiva radica en la capacidad de migrar cargas de trabajo de forma gradual, sin comprometer los sistemas heredados y sin poner en riesgo operaciones críticas”, añade.
Un paso estratégico
Migrar a un nuevo modelo de virtualización puede parecer una medida arriesgada, costosa o que requiere mucho tiempo. Sin embargo, el mayor riesgo radica en mantener plataformas heredadas y fragmentadas que aumentan la complejidad y los costos operativos.
“Las empresas buscan alternativas que no sólo reduzcan costos, sino que permitan estrategias de TI modernas, con más flexibilidad y gobernanza. Para satisfacer estas necesidades, proporcionamos Red Hat OpenShift Virtualization, una solución de código abierto que proporciona un entorno seguro para ejecutar máquinas virtuales y que, al mismo tiempo, habilita la modernización gradual de aplicaciones heredadas hacia contenedores”, afirma Andrea Castellanos, gerente de arquitectura de soluciones, región SOLA en Red Hat.

Al permitir una forma práctica de evolucionar sin abandonar las inversiones existentes en máquinas virtuales, OpenShift Virtualization se ha destacado como catalizador de transformación con beneficios tangibles a corto, mediano y largo plazo. Basada en la plataforma OpenShift, la herramienta permite a las organizaciones ejecutar máquinas virtuales y contenedores en el mismo entorno, eliminando la necesidad de mantener múltiples infraestructuras.
“La migración a una plataforma abierta e integrada como OpenShift Virtualization ofrece economías de escala, estandarización operativa y, lo más importante, libertad para evolucionar en la forma que el negocio necesita”, destaca Bruno Machado, gerente senior de OpenShift para Latinoamérica en Red Hat.

Eficiencia y control
Una de las ventajas de adoptar una plataforma como OpenShift Virtualization es la centralización de la gestión de la carga de trabajo. En lugar de mantener marcos paralelos para máquinas virtuales, contenedores y aplicaciones serverless, las empresas pueden operar todo en un único plano de control.
Este modelo reduce la sobrecarga administrativa, mejora la utilización de recursos y fortalece la seguridad. La integración nativa con Kubernetes, la base de OpenShift, ofrece automatización, control de acceso estricto y políticas de seguridad unificadas. “Con la virtualización es posible resolver desafíos de corto plazo, invirtiendo en valor de largo plazo”, explica Machado. “A corto plazo, las empresas obtienen una visibilidad operativa unificada y pueden optimizar los costos casi de inmediato. Pero lo más importante es que esto no requiere disrupciones: es posible mantener las inversiones existentes mientras se planifica el futuro con tranquilidad”, refuerza.
Además de una plataforma moderna con OpenShift Virtualization, Red Hat confía en su ecosistema de socios para garantizar una adopción más segura y personalizada de la virtualización. “Nuestro ecosistema permite a las empresas combinar lo mejor del código abierto con la solidez de las soluciones consolidadas en el mercado. A través de nuestros socios, podemos entregar soluciones completas, con servicios especializados que garantizan una transición exitosa y personalizada para cada negocio”, destaca Paulo Ceschin, director senior del ecosistema de partners para Latinoamérica en Red Hat.

Inversión inteligente hoy de cara al futuro
Los beneficios de esta estrategia de virtualización inteligente ya son una realidad para muchas empresas. En Chile, la Universidad Finis Terrae encontró en OpenShift Virtualization la opción perfecta para modernizar su estrategia de virtualización, implementando y ejecutando soluciones efectivas para procesos académicos y administrativos exigentes. Emirates NBD, uno de los bancos más grandes de los Emiratos Árabes Unidos, transformó su infraestructura de TI migrando todas las cargas de trabajo, incluidas las que no están en contenedores, a la herramienta.
A medida que se adoptan cada vez más soluciones impulsadas por la tecnología, la virtualización también ayuda a los minoristas a mejorar la eficiencia operativa, las experiencias de los clientes y a agilizar los procesos. Los operadores de servicios, como las empresas de energía, también aprovechan el avance de la virtualización para ofrecer ofertas mejoradas. Al virtualizar las aplicaciones, pueden desbloquear el potencial de las plataformas edge y de IA, modernizar la infraestructura y crear entornos más ágiles que mejoren todo, desde la eficiencia operativa hasta la capacidad de respuesta de las redes inteligentes.
En un horizonte más lejano, la estrategia de virtualización sobre Kubernetes permite a las empresas no sólo optimizar sus costos, sino también prepararse para las próximas olas de transformación digital. Red Hat apuesta a que el futuro será híbrido y que la clave para recorrer este viaje con éxito es adoptar soluciones que conecten el presente al mañana.
OpenShift Virtualization hace precisamente eso: permite ganancias inmediatas, una modernización progresiva y una base sólida para la innovación continua. Como resume Thiago Araki: “La virtualización ya no es sólo una cuestión de costos. Es una decisión estratégica, una inversión en valor a largo plazo que prepara a las empresas para cualquier escenario que pueda deparar el futuro de las TI”.