
Bienestar laboral y worker voice: cómo impulsa productividad y éxito en empresas chilenas
Mutual de Seguridad y Harvard muestran cómo el worker voice, o la voz del trabajador, potencia la salud, motivación y desempeño en las empresas. Escuchar a los empleados no solo mejora su bienestar, sino que también impulsa la productividad, reduce riesgos y aumenta el valor organizacional.
El bienestar de los trabajadores en sus lugares de trabajo se ha convertido en un desafío global. El reciente escándalo de las licencias médicas en Chile, según expertos, no es un caso aislado: refleja tendencias similares en otros países, donde los entornos laborales enfrentan crecientes presiones. Frente a este panorama, las empresas están priorizando la creación de ambientes de trabajo saludables, no solo para cumplir con las crecientes exigencias legales, sino también para prevenir problemas de salud, reducir riesgos de accidentes y evitar caídas en la productividad.
Para enfrentar este desafío, Mutual de Seguridad se asoció con el “Centro para el Trabajo, Salud y Bienestar” de la Universidad de Harvard. La alianza parte de una premisa simple pero poderosa: las prácticas organizacionales que ponen la salud de los trabajadores en el centro pueden traducirse en mejoras medibles en indicadores clave, como productividad y rentabilidad, al mismo tiempo que aumentan la motivación y la satisfacción en el desempeño laboral.
Uno de los referentes en esta área es Jack Dennerlein, profesor y asesor senior del Centro para el Trabajo, Salud y Bienestar de la reconocida universidad estadounidense. Recientemente visitó Chile para participar en el encuentro “Salud y Bienestar: ¿Funcionan realmente como motor de competitividad y productividad laboral?”. Durante la jornada, además de analizar las tendencias globales en bienestar laboral, se presentaron los resultados de proyectos colaborativos específicos entre Harvard y la Mutual de Seguridad.
Empresas destacan que el bienestar laboral impulsa productividad y valor de mercado
El evento reunió también a representantes de empresas chilenas afiliadas a Mutual de Seguridad, como Cencosud, Farmacias Ahumada, Banco de Chile y Mercado Libre, quienes compartieron sus experiencias y estrategias en materia de bienestar laboral.
Para Dennerline, la relación entre resultados organizacionales y bienestar en el trabajo es clara ya que “mejorar las condiciones laborales impulsa directamente la productividad y rentabilidad de las organizaciones”.
Además, agregó luego que “al analizar el desempeño bursátil, un indicador clave, refuerza esta relación y confirma que las empresas que implementan políticas y prácticas sólidas en seguridad, salud y bienestar laboral registran un mayor valor de mercado, asociado tanto a una mejor reputación como a mayores ingresos. En promedio, estas compañías superan el rendimiento del mercado general”.
Por otro lado, Mutual de Seguridad convocó este encuentro con el objetivo de compartir estrategias efectivas, presentar evidencia local y analizar tendencias globales que potencian la salud y el bienestar de los colaboradores. “El propósito es integrar de manera efectiva la salud, la seguridad y la calidad de vida de las personas como pilares fundamentales de una gestión organizacional moderna, humana y sostenible”, explicó Mariana Alcérreca, gerenta de Asuntos Corporativos de Mutual de Seguridad.
“Varias investigaciones han demostrado que los costos en salud aumentan cuando los trabajadores son víctimas de acoso laboral. En entornos hostiles, también crecen las ausencias, el riesgo de accidentes y la rotación de personal. Además, los empleados destinan tiempo y energía a evitar el hostigamiento, lo que los distrae de sus tareas principales, altera sus incentivos y reduce su motivación para desempeñarse al máximo”,
explicó Dennerline.
Worker voice: cómo escuchar a los trabajadores mejora la productividad y el bienestar laboral
Durante su presentación en el encuentro, se dieron a conocer los resultados de una intervención realizada en una empresa de transporte de Rancagua, que incluyó una etapa de diagnóstico participativo y una fase de implementación de mejoras.
En la etapa evaluativa, se identificaron áreas críticas que podían optimizarse para ofrecer condiciones laborales más favorables a los colaboradores. El proceso contó con la participación activa de ejecutivos y trabajadores en sus distintas fases.
Como resultado, se ajustaron políticas internas: se rediseñaron las rutas más exigentes, se reorganizaron los turnos y se implementaron canales de comunicación más efectivos entre los equipos. Estas medidas fueron evaluadas a través de encuestas e instancias cualitativas, revelando mejoras significativas en indicadores como la fatiga laboral y la percepción de apoyo organizacional.
“Preguntar a los trabajadores qué creen que podría funcionar para aumentar la productividad o cómo la organización puede mejorar su eficiencia no solo es importante, es necesario para luego actuar en base a esa información. Esto les dará poder y les permitirá sentir que, aunque el trabajo sea exigente, está generando un impacto real”, señaló Dennerline.