Opinión
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Navidad y la huella hídrica: cada compra cuenta
Como cada fin de año, diciembre se vuelve sinónimo de luces, regalos y celebración. Pero también de consumo: más transporte, más empaques y más agua utilizada en cada proceso. Lo que pocos advierten es que detrás de casi todo lo que compramos —desde una botella de bebida hasta un teléfono nuevo— hay una huella invisible: la huella hídrica, es decir, la cantidad total de agua usada para producir, transportar y desechar cada producto.
En tiempos de estrés hídrico, esta huella importa más que nunca. En Chile, según datos del Ecolab Watermark Study 2024, el 80% de las personas considera que la escasez de agua es el principal desafío ambiental del país, y el 67% de chilenos ha dejado de comprar productos que requieren mucha agua para su proceso. Aún más alentador, según este estudio, casi ocho de cada diez chilenos están dispuestos a pagar más por productos sostenibles, especialmente aquellos con menor impacto hídrico.
Estos datos nos muestran una tendencia clara: la sostenibilidad dejó de ser un valor aspiracional para convertirse en un criterio de decisión de compra. Las fiestas de fin de año son una oportunidad para transformar el acto de comprar en un acto de conciencia. Así como hoy miramos las etiquetas para conocer el contenido nutricional o el origen del producto, ¿por qué no podríamos saber también cuánta agua se utilizó para fabricarlo?
Imaginemos un futuro cercano en el que cada etiqueta indique: “Este producto utilizó 50 litros de agua en su producción”. La transparencia generaría responsabilidad, y las marcas competirían no solo por precio o calidad, sino también por eficiencia hídrica. Esa información ayudaría a consumidores y empresas a entender que cada litro cuenta: menos agua usada significa menos energía para bombearla y tratarla, y por ende, menos emisiones de CO₂.
En Ecolab trabajamos con industrias de todos los sectores para hacer esto posible. A través de tecnología, Inteligencia Artificial, innovación y asesoría científica, ayudamos a nuestros clientes a reducir su huella hídrica y, al mismo tiempo, su huella de carbono. Cada mejora en eficiencia hídrica se traduce en un paso hacia la sostenibilidad y la resiliencia climática.
Estas fiestas, la invitación es simple: consumamos con propósito. Elegir productos sustentables -aquellos que ahorran agua, energía y emisiones- es una forma concreta de celebrar cuidando el planeta.
Porque el mejor regalo que podemos darnos no viene envuelto: es un futuro con agua para todos.
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