Opinión
Créditos: Cedida.
Decenio del Transporte Sostenible: Chile se consolida como referente global de Electromovilidad
Este 10 de diciembre se conmemora el lanzamiento del Primer Decenio de las Naciones Unidas para el Transporte Sostenible (2026–2035), una invitación a acelerar la transición hacia sistemas de movilidad más sustentables, seguros, inclusivos y resilientes. Y aunque se trata de un horizonte global, Santiago llega a este decenio con una trayectoria sólida que nos posiciona como la ciudad con más buses eléctricos en el mundo después de las ciudades chinas.
Este liderazgo es el resultado de una política de Estado sostenida desde hace más de ocho años, impulsada por una estrategia de largo plazo que combinó metas claras, adecuaciones normativas y un financiamiento estable a través del subsidio al transporte público.
Hoy, la capital opera 3.700 buses eléctricos de cero emisiones, integrados plenamente a la red. Esta masificación es posible también gracias a que, entre 2020 y 2025, el valor de los buses eléctricos se redujo casi a la mitad, alcanzando precios cercanos a los de un bus diésel. A ello se suma una operación más eficiente: los buses eléctricos son 66% más baratos de operar por kilómetro recorrido y 44% más baratos de mantener. La combinación entre política de Estado, escala y reducción de costos consolida un modelo que ya resulta competitivo, sostenible y replicable por otros países.
El impacto de esta transformación también se refleja en la experiencia cotidiana de quienes día a día utilizan el transporte público. El Estudio electromovilidad personal de conducción y personas usuarias realizado el 2025 por IPSOS, reveló que el 87% de las personas encuestadas considera beneficiosa la presencia de buses eléctricos en la ciudad. Entre los atributos más destacados se encuentran la mejor calidad del aire (85%), menos ruido urbano (72%) y una mayor sensación de modernidad (66%). Esta valoración refuerza que no solo se trata de innovación, sino también de calidad de vida y bienestar urbano.
El avance chileno en electromovilidad se ha complementado con un rol protagónico en el escenario internacional. En COP30, Chile promovió la primera declaración sectorial de transportes suscrita por 11 países, reafirmando que la descarbonización del transporte es una prioridad y que nuestra experiencia ofrece un modelo concreto para avanzar.
Todo este proceso ha incorporado, además, una dimensión clave: la inclusión y la equidad de género. El impulso a la participación de mujeres conductoras permitió un aumento de 145% en los últimos cuatro años, alcanzando 2.323 conductoras en el sistema. Este avance histórico abre puertas hacia la inserción laboral femenina, profesionalización de la industria y la diversificación de un rubro históricamente masculinizado.
El desafío hacia adelante es no retroceder, consolidar el avance y profundizar esta política para que los beneficios a largo plazo, incluidos los ahorros operacionales, ambientales y sociales, se expresen en todo el país. Porque la movilidad sostenible no es un lujo tecnológico: es un derecho a que todos y todas podamos vivir en mejores ciudades. Y Santiago ya está varios pasos adelante.
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