
Día Mundial de la Próstata: el caso de Joe Biden, los avances en diagnóstico y tratamiento en Chile
El reciente diagnóstico de cáncer de próstata al expresidente Joe Biden reabre el debate sobre las limitaciones del PSA como único examen preventivo. En el Día Mundial de la Próstata, especialistas chilenos destacan las nuevas tecnologías, tratamientos personalizados y desafíos pendientes.
Este 11 de junio se conmemora el Día Mundial de la Próstata, una fecha que busca concientizar sobre la importancia del diagnóstico precoz y el acceso oportuno a tratamientos efectivos para el cáncer de próstata, la neoplasia más frecuente en hombres chilenos y una de las principales causas de muerte masculina a nivel mundial. La conmemoración de este año coincide con una noticia que ha generado impacto internacional: el diagnóstico de cáncer de próstata al expresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El caso del exmandatario estadounidense ha reactivado el debate sobre los métodos actuales de detección temprana de este tipo de cáncer. Biden, de 82 años, se habría sometido periódicamente a exámenes de antígeno prostático específico (PSA), sin embargo, su cáncer no fue detectado en una etapa inicial, lo que pone en cuestión la eficacia de esta prueba como única herramienta de tamizaje.
“El PSA es una herramienta útil, pero insuficiente si se utiliza de forma aislada”, señala el doctor Felipe Balbontín Fox, presidente de la Corporación Chilena contra el Cáncer de Próstata. “Existen situaciones donde los niveles de PSA pueden ser elevados sin presencia de cáncer o, por el contrario, valores normales en pacientes que sí tienen la enfermedad”, explica. Por eso, recomienda complementar este examen con tacto rectal, resonancia magnética multiparamétrica y biopsias dirigidas por imágenes, entre otros estudios.
Panorama chileno y la importancia del diagnóstico temprano
En Chile, se diagnostican cerca de 5.700 nuevos casos de cáncer de próstata cada año. Aunque es una enfermedad que en muchos casos crece lentamente, también puede avanzar de manera agresiva en ciertos pacientes. Por ello, la detección oportuna resulta fundamental para aumentar las probabilidades de curación y mejorar la calidad de vida.
“El gran problema que tenemos en nuestro país y en América Latina es el acceso desigual al diagnóstico y tratamiento”, sostiene el doctor Camilo García de la Barra, director de la carrera de Medicina de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar. Según el especialista, en varias zonas del país, conseguir una consulta con un urólogo o realizarse exámenes específicos como la resonancia magnética prostática aún es una dificultad, ya sea por listas de espera o falta de cobertura.
A pesar de estas brechas, los avances tecnológicos y la incorporación de nuevas herramientas diagnósticas han mejorado el escenario. Además del PSA, hoy se dispone de biomarcadores más precisos como el PHI, el 4Kscore y el PCA3, que ayudan a definir con mayor certeza qué pacientes realmente requieren una biopsia.
“La inteligencia artificial también está comenzando a desempeñar un papel relevante, permitiendo interpretar imágenes y muestras de biopsia con mayor precisión”, agrega el doctor García.
Braquiterapia: un tratamiento eficaz y poco invasivo
Entre las opciones terapéuticas que han mostrado excelentes resultados en Chile se encuentra la braquiterapia, una técnica de radioterapia interna que consiste en implantar pequeñas semillas radiactivas directamente en la próstata, atacando el tumor desde dentro y reduciendo los efectos secundarios.
Este tratamiento, incorporado al sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES) durante el gobierno de Michelle Bachelet, permite administrar altas dosis de radiación al tumor con mínima afectación a los tejidos vecinos. “La braquiterapia es especialmente eficaz en cánceres de próstata localizados y de riesgo intermedio. Es ambulatoria, dura un solo día y permite al paciente retomar su rutina rápidamente”, explica el doctor Balbontín.
Medicina personalizada y abordaje multidisciplinario
Uno de los cambios más significativos en los últimos años ha sido el enfoque personalizado del tratamiento del cáncer de próstata. Gracias a los avances en genética y biología molecular, ahora es posible clasificar los tumores según sus características biológicas y su comportamiento, lo que permite definir estrategias terapéuticas más precisas.
“Ya no tratamos todos los cánceres de próstata de la misma manera”, comenta el doctor García. “Además de considerar el PSA y el grado de Gleason, hoy se analizan perfiles genómicos y alteraciones específicas, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que permiten indicar terapias dirigidas con mayor efectividad y menor toxicidad”.
A esto se suma el enfoque multidisciplinario en la toma de decisiones médicas, donde urólogos, oncólogos, radiólogos, patólogos, psicólogos y kinesiólogos trabajan en conjunto para definir la mejor opción para cada paciente.
Desafíos y mensaje esperanzador
Pese a los avances, persisten obstáculos importantes. La falta de conciencia, el miedo al tacto rectal, la desigualdad en el acceso a especialistas y exámenes avanzados siguen siendo barreras frecuentes en Chile y Latinoamérica.
El doctor García advierte que se requiere mayor inversión pública y programas organizados de detección precoz para asegurar una atención oportuna y de calidad. “El futuro es esperanzador. La investigación no se detiene y cada vez comprendemos mejor esta enfermedad. La clave está en la prevención secundaria, la educación y la consulta oportuna”, concluye.