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Crisis europea: Los franceses cruzan el Rin todos los días para trabajar en Alemania

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Iván Weissman Senno
Por : Iván Weissman Senno Editor El Mostrador Semanal
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A Anne Marie Maiweg, quien vive en Estrasburgo, una ciudad del este de Francia, no le importa tener que viajar en tranvía y colectivos 45’ minutos para llegar al trabajo. Estos transportes la llevan al lugar donde encuentra trabajo en la primera búsqueda: Alemania.

Este año un negocio de la ciudad alemana Kehl contrató Maiweg. Kehl está a unos 8 kilómetros (5 millas) cruzando el río Rin desde la región de Alsacia, que es donde ella vive.

“Me fue más fácil conseguir trabajo en Kehl que en Estrasburgo”, dice la mamá de 42 años de tres chicos en un alemán fluido, detrás del mostrador de la juguetería Engelhard + Herr, que está en la peatonal comercial principal de Kehl. “En Alemania, toman gente más fácilmente y les dan capacitación para la nueva posición aun cuando uno haya trabajado en un área totalmente distinta a la que ellos solicitaban”.

El desempleo de Alsacia está en cerca del 10 por ciento y la tasa de desocupación del estado alemán de Baden-Württemberg, donde está Kehl, es del 4 por ciento, por lo cual cada vez más franceses cruzan la frontera en busca de trabajo. Los viajes diarios que hacen subrayan el modo como la región del euro tiene una divisa y 17 mercados laborales distintos.

Alsacia es símbolo de la integración político económica desde la década de los años ’50. La región se sumó a Alemania en 1871 como resultado de la guerra francoprusiana y volvió a manos francesas a fines de la Primera Guerra Mundial en 1918, y nuevamente, quedó en manos de alemanes en el curso de la Segunda Guerra Mundial. Francia la recuperó en 1945 cuando los nazis iban en retirada. Estrasburgo en sí representa la reconciliación de Europa, porque es la sede del Parlamento Europeo.

Incentivos al trabajo

En la era del eruo, Francia no ha renovado su mercado laboral tanto como el de Alemania, que sancionó una serie de medidas hace un decenio con el respaldo del entonces canciller Gerhard Schroeder. Los cambios mejoraron la eficacia de las búsquedas laborales, limitaron el seguro de desempleo y redujeron las opciones de jubilación anticipada, lo que empujó a más gente a tomar empleos de medio tiempo y contratos a plazo. En el curso de la recesión 2008-2009, los esquemas de trabajo flexible contribuyeron a salvar casi medio millón de trabajos y mantuvieron baja la tasa de desempleo.

La reglamentación nacional del empleo de Francia, que están en un libro de 3.200 páginas, contemplan absolutamente todo: desde la clasificación y categoría de las posiciones laborales hasta las normas para los ceses. Los cambios que introdujo el parlamento en mayo, que permiten reducir los salarios y flexibilizar el horario laboral durante los períodos de baja en la actividad económica no tienen una duración muy extensa, dicen los grupos empresarios.

El gobierno de la canciller alemana Angela Merkel insta al presidente francés François Hollande a reforzar la competitividad del país galo. La meta de Merkel es limitar el riesgo de que haya más contagios de la crisis de la deuda, tras los paquetes de ayuda de emergencia que se le otorgaron a cinco países periféricos del euro en tres años.

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