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Mujeres en construcción: la transformación del talento en uno de los sectores clave del país BRAGA

Mujeres en construcción: la transformación del talento en uno de los sectores clave del país

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En medio del envejecimiento acelerado de su fuerza laboral, el sector construcción enfrenta la urgencia de integrar más mujeres a un rubro históricamente masculinizado. Nuevas políticas, estudios y mecanismos de incentivo buscan transformar una industria clave para la economía.


En un sector históricamente dominado por hombres, la construcción chilena enfrenta un doble desafío: la falta de recambio generacional y la urgencia de abrir oportunidades reales para mujeres. Hoy, estudios y políticas públicas comienzan a tensionar esas brechas y a impulsar un enfoque más inclusivo e innovador.

Según el estudio “Reconversión laboral de los trabajadores mayores de 50 años en la construcción”, elaborado por CIEDESS y el OTIC CChC, la industria vive un acelerado envejecimiento de su fuerza laboral. En 2010 los trabajadores de 50 años o más representaban el 26,6%; hoy superan el 34,6%. Paralelamente, la participación de jóvenes entre 15 y 29 años cayó del 22,5% al 15,4%.

Esto no solo evidencia pérdida de oficios, sino la ruptura del modelo maestro–aprendiz que permitió la transmisión de conocimiento. Para Bárbara Veyl, Gerenta de Vinculación e Innovación Social del OTIC CChC, este capital humano “es estratégico para el futuro del sector”.

El estudio advierte que la problemática de trabajadores mayores ha sido considerada como un ajuste operativo más, lo que impide anticipar impactos en productividad y riesgos laborales, especialmente para quienes desempeñan tareas físicas intensas. Algo similar ocurre con la brecha femenina: sin planes formales de capacitación, seguridad, infraestructura e incentivos, la participación seguirá siendo marginal.

La construcción, uno de los sectores clave de la economía, está en un punto bisagra. El 2025 marca un momento decisivo para definir cómo se formará el capital humano del futuro.

La brecha de género

La baja participación femenina se explica por estereotipos, discriminación, menor oferta laboral, falta de infraestructura adecuada y sesgos culturales. Pero la inclusión dejó de ser solo un asunto social: es también una necesidad económica. Diversos estudios internacionales muestran que aumentar la presencia de mujeres en industrias técnicas impulsa la productividad, la innovación y la seguridad.

En este contexto surge el Sello Mujer Construcción, un distintivo oficial para empresas inscritas en el Registro Nacional de Contratistas y Constructores de Vivienda Social que acrediten al menos un 15% de mujeres contratadas. Más allá de lo simbólico, permite obtener puntaje adicional en licitaciones vinculadas a obras urbanas financiadas por el Minvu, lo que convierte la igualdad de género en una ventaja competitiva.

El sello alcanza hoy a 252 empresas reconocidas, con un 15% de participación de mujeres en obra, gracias al trabajo público-privado, como también normativas como la Ley de Conciliación.

Reconversión y talento

A este escenario se suma la digitalización acelerada, la modernización de procesos y la construcción industrializada, que exigen perfiles más tecnológicos. El desafío es capacitar sin excluir. “La experiencia es un capital invaluable y no podemos dejar a ningún grupo fuera del desarrollo”, subraya Veyl.

Desde el OTIC CChC plantean una hoja de ruta basada en formación, innovación, articulación público–privada y eliminación de sesgos que históricamente han frenado la entrada de mujeres y jóvenes. Con herramientas como los fondos de innovación FIT y la plataforma Data 360, la industria comienza a generar mecanismos para que la formación evolucione, que los oficios se transmitan y que nuevas generaciones accedan a trayectorias laborales sostenibles.

Las nuevas políticas y la creciente incorporación de mujeres en oficios técnicos y de obra muestran que el cambio ya comenzó. El desafío es acelerar esa tendencia y convertirla en norma. El futuro del sector dependerá de su capacidad para integrar talento diverso con una mirada de productividad e innovación.

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