
Por primera vez en la historia, Estado de Chile reconoce violaciones a los DDHH en Colonia Dignidad
El INDH calificó a Colonia Dignidad como escenario de graves violaciones a los derechos humanos y denunció complicidad estatal en décadas de abusos. “Este informe es un primer paso para saldar esa deuda histórica”, afirmó la directora Consuelo Contreras.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó un informe histórico que califica a Colonia Dignidad como escenario de las más graves violaciones a los derechos humanos en Chile. Este documento, aprobado por unanimidad, marca el primer reconocimiento oficial del Estado hacia las víctimas del enclave alemán, denunciando la complicidad estatal en décadas de abusos sistemáticos.
El informe detalla que desde su fundación en los años 60 por Paul Schäfer, Colonia Dignidad fue centro de trabajo forzado, tortura, violaciones sexuales, desapariciones y colaboración con la DINA durante la dictadura militar. “El Estado no intervino de manera inmediata ni eficaz”, sentencia el texto, subrayando la omisión estatal como factor agravante.
La directora del INDH, Consuelo Contreras, afirmó: “Pocas veces se ha observado en la historia del país un caso con tantas y diversas denuncias en un período tan extenso”. También destacó que, pese a las querellas y sentencias acumuladas, nunca se había reconocido oficialmente a las víctimas fuera del marco de la dictadura.
El documento propone una política pública que incluya memoria, reparación y justicia, y respalda la expropiación de terrenos solicitada por las víctimas. Asimismo, recomienda un marco normativo que proteja sitios de memoria, garantizando sostenibilidad y participación de los afectados.
La elaboración del informe comenzó en 2019, pero se vio retrasada por la crisis social y la pandemia. En 2024 se retomaron visitas a Villa Baviera, entrevistas y recolección de antecedentes, culminando en enero de 2025 con una misión liderada por Contreras y la consejera Haydee Oberreuter.
El documento incluye testimonios desgarradores y evidencia la falta de políticas coherentes para abordar el daño causado. Durante la presentación, Contreras enfatizó: “Este informe representa no solo un legado institucional, sino una señal de lo que el país aún debe enfrentar”.
El evento cerró con un conversatorio moderado por Néstor Aburto, donde expertos en derechos humanos analizaron la relevancia del informe y sus implicancias. Contreras concluyó: “No se puede hablar de memoria, verdad y reparación si el Estado sigue eludiendo su responsabilidad. Este informe es el primer paso para saldar esa deuda histórica”.