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Presidenciales 2025
Matthei pone en aprietos a Kast, Jara resiste ataques y Mayne-Nicholls mueve la pelota al centro PAÍS Elaborada por El Mostrador

Matthei pone en aprietos a Kast, Jara resiste ataques y Mayne-Nicholls mueve la pelota al centro

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En el primer debate presidencial con todos los postulantes a La Moneda, Jeannette Jara recibió ataques de casi todos los candidatos, mientras Evelyn Matthei cuestionó con cifras el plan de recortes de José Antonio Kast. Harold Mayne-Nicholls acaparó la atención con sentido común.


La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, estuvo preparándose durante días para su debut en los debates televisivos, ya que para sus estrategas de campaña estos espacios son clave para mostrar un desempeño superior al de su principal rival, el abanderado republicano José Antonio Kast.

Y eso se notó. Fue la única abanderada que llegó a la estación televisiva con una carpeta con apuntes y cargando en la otra mano el distinguido traje blanco de dos piezas que usaría en el foro televisivo.

Su objetivo parecía claro: pedir explicaciones a Kast por los bots y el recorte de 6 mil millones de dólares en el gasto público.

El look con su impecable traje blanco, mensajes alusivos a que la gente está cansada de peleas, y un ánimo alegre y espontáneo, hicieron que en el oficialismo y la oposición se mencionara un parecido al estilo de la campaña del segundo Gobierno de Michelle Bachelet.

“Tenemos un proyecto de país que requiere de todas las miradas, sin excluir a nadie. Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia (…). Chile tiene un tremendo potencial”. Aquella frase, que mencionó Bachelet en marzo de 2014, parecía estar en sintonía con el mensaje de Matthei.

“No estemos todo el tiempo quejándonos; yo quiero llamar a la esperanza (…), en Chile tenemos un país espectacular”, afirmó en el debate la exalcaldesa de Providencia.

Matthei queda conforme con su desempeño al opacar a Kast y Parisi

En sus primeras intervenciones, marcó sutilmente diferencias con Kast. Primero, al reprochar la idea de construir una zanja en la frontera. Y luego, al ironizar sobre “el revólver de cinco balas” que el exgremialista manifestó tener en su casa para sentirse más seguro.

“En octubre de 2019, en su Gobierno no dieron el ancho para recuperar el orden. No fue capaz de motivar a las policías ni de defender el orden público. ¿Por qué creen que ahora van a ser capaces de hacer algo distinto?”, le preguntó Johannes Kaiser a la abanderada. Fue entonces cuando apareció la mujer de hierro: “¿Perdón, tú hubieras disparado a la gente que estaba protestando? (…) Mi equipo es espectacular, tenemos incluso ministros de la época de la Concertación. Ahora enfrentamos crimen organizado, no protestas internas”, le retrucó Matthei a Kaiser.

Matthei tuvo un comienzo recatado. En su inicio se la vio algo tensa y formal, pero hacia la mitad del debate entró en confianza. Le preguntó a Marco Enríquez-Ominami cómo iba a gobernar si no tenía partido político, apuntando a que de dónde sacaría un gabinete. Y mientras ME-O eludía la pregunta, le pidió que no se “fuera por la tangente”, bromeó con el exlíder del PRO y le insistió con humor: “¿Cómo armarías tu Gobierno cuando estás solo como un dedo?”, le apuntó al cinco veces candidato.

En medio del debate presidencial por Chilevisión, Franco Parisi se mandó un emplazamiento directo a Evelyn Matthei que dejó a más de uno con la ceja levantada. Le tiró de todo: que traicionó a Piñera, que apoyó a Pinochet y después se bajó del barco, que se arrodilló frente a Boric por el segundo proceso constitucional. Hasta mostró imágenes con la palabra “traición”, rompiendo el acuerdo de no usar gráficas. Todo eso en menos de un minuto.

Pero Matthei no se descompuso. Le contestó con temple: “Acá no hubo pregunta, más bien fueron agresiones y descalificaciones. Todos sabemos cómo nos tiene acostumbrados el candidato Parisi. Agrede especialmente cuando se trata de mujeres”.

Los ataques a Jara evitaron su despliegue

Jeannette Jara no tuvo respiro. La militante del PC y carta oficialista fue el blanco de prácticamente todos sus rivales: José Antonio Kast, Johannes Kaiser, Evelyn Matthei, Eduardo Artés y hasta Marco Enríquez-Ominami le lanzaron duros emplazamientos. Tanto así que, en redes sociales, se viralizó la frase “hasta ME-O”, reflejando la lluvia de dardos que recibió durante la noche y que impidió que la exministra se desplegara con soltura, llegando incluso a mostrarse visiblemente irritada en algunos momentos.

Desde el arranque, Jara intentó marcar la pauta con una ofensiva contra Kast por el caso de los bots, logrando incomodarlo en uno de los momentos más tensos del debate. “No te voy a permitir que me trates de mentirosa”, le espetó, exigiéndole que reconociera el uso de ejércitos digitales. Kast respondió aludiendo al rol de su hermano en el canal.

Jara: “Reconoce que tus aliados usan ejércitos de trolls y de bots. Eso es lo que está al centro de este debate. Y cada vez que te interpelan por ese tema, atacas y distraes el tema. ¿Qué vas a hacer? ¿Echarme de nuevo la culpa de Monsalve? ¿O echarme a otro familiar a quien quieras trolear? Realmente tienes que tener los pantalones bien puestos y ser más directo. La ciudadanía necesita saber si esos trolls son tuyos o no. Eso es lo que está detrás de este debate”.

Kast: “Estamos en Chilevisión, y tu hermano trabaja en Chilevisión, y eso no es mentira, es verdad. ¿Cambió su biografía? Sí. Porque dijo que era periodista investigativo, y después cambió la biografía y puso que era periodista investigativo de un matinal”.

Jara: “¿Y qué tiene que ver eso con que si tú acusas los bots y los trolls y un reportaje que hizo otra área periodística, y que este mismo canal te lo dijo en tu rostro? ¿Qué tiene que ver eso? ¿Por qué no contestas la pregunta? ¿Son los trolls tuyos o no?”.

Kast: “No, y ahí te la dejo”.

Pero la presión no bajó. En salud, ME-O la acusó de falta de autocrítica. En migración, Kast y Kaiser cuestionaron sus propuestas de empadronamiento. Incluso Artés la golpeó por supuestamente rebajar su propuesta de salario mínimo.

Uno de los momentos más incómodos fue cuando Jara se negó a responder una pregunta técnica de Kaiser: “No, para qué”, dijo, visiblemente molesta. El intercambio terminó con un cortante “de nada” de Jara, mientras Kaiser comentaba: “Ah, muy descortés. Gracias”.

El informe del Banco Central, publicado horas antes del debate, se convirtió en munición directa contra la exministra del Trabajo. El documento responsabilizaba, entre otros factores, al alza del salario mínimo y a la Ley de 40 horas por el aumento en los costos laborales y su impacto negativo en el empleo. Kaiser fue tajante: “Su proyecto generó más desempleo”. Y Kast remató: “Las cifras de empleo son las peores de los últimos 15 años, sin considerar la pandemia”.

Jara trató de contraatacar apelando a su biografía personal: “Esta discusión se da separada de la vida de las personas. Pontificar es distinto de la vida del día a día de las personas, algunos hemos ganado el sueldo mínimo. A mí me interesa que las personas lleguen a fin de mes”.

Como si no hubiera tenido suficiente, ME-O volvió a la carga: “Cuando usted abandonó los debates, renunció a su responsabilidad democrática. No lo vuelva a hacer. Tienen malas ideas, pero no muerden”. La respuesta de Jara fue directa: “Decidí no ir porque a mí no me pautean los empresarios”.

Tras más de dos horas de debate, el saldo para Jara fue agridulce. Si bien resistió múltiples ataques, logró poner en aprietos a Kast en el arranque y mantuvo firmeza en varios pasajes, el asedio constante le impidió proyectar su mensaje con claridad.

Al abandonar el set, Jara intentó recomponer su relato: “Chile ya no resiste más odio ni violencia, por eso mañana 11 de septiembre debemos disponernos a no olvidar para no volver a repetir”. Agregó que representa a una mayoría del país que pide “cambios con estabilidad y con tranquilidad”. “No soy perfecta, pero tengo una experiencia y estas manos trabajadoras para poner a disposición”, expresó.

Mayne-Nicholls y la pelota al piso

Quien sorprendió por su tono mesurado, buscando acuerdos, asegurando que es un hombre de centro y que ha demostrado una trayectoria de buscar la igualdad de condiciones fue el expresidente de la ANFP. Por ejemplo, en salud Harold Mayne-Nicholls apostó por medidas concretas de gestión, como reimpulsar las coberturas complementarias de Fonasa, fortalecer la telemedicina y establecer topes de copago con reembolsos automáticos, lo que –según dijo– aliviaría el gasto de los hogares y reduciría las listas de espera.

Pero lo más llamativo fue cuando Eduardo Artés le preguntó cómo se logra un punto medio, sin ser capitalista ni socialista, sin ser de derecha ni de izquierda. El exmandamás del fútbol criollo respondió: “Me considero una persona de centro, pragmático, concreto y moderado”.

Sin embargo, con el paso del debate fue tomando soltura y aludiendo a la búsqueda de soluciones diferentes. Entre las cosas cuestionó el papel de EE.UU. como “policía de Latinoamérica”, mientras Franco Parisi reconocía la existencia de un “narcogobierno” en Venezuela, apoyando a sus habitantes pero rechazando el intervencionismo externo.

Frases como: “Hemos tenido demasiados tópicos rayando en la agresividad personal. Eso en nada contribuye”, fueron marcando su participación que llamó la atención en redes por su sentido común.

Mientras se abordaba el tema de la migración irregular, Franco Parisi planteó el uso de minas antipersonales para controlar el ingreso a Chile. Frente a la propuesta, el expresidente de la ANFP afirmó: “Creo que quien gobierne este país tiene que tener un poco de humanidad. Yo he estado con jóvenes de Vietnam, de Laos, de Camboya mutilados por una mina antipersonal”.

Parisi insistía en apelar a la zona norte de Chile, donde el PDG obtuvo los diputados en la parlamentaria anterior. Incluso en una de sus intervenciones aseguró que “el norte lo está pasando muy mal. Hacer política de Santiago, cómodo, con buenos sueldos, en grandes hoteles y paseándose en primera clase en todos los aviones, es fácil. El norte está llorando y nosotros los vamos a ayudar”, señaló.

Mayne-Nicholls retrucó: “Yo nací en el norte, soy del norte, mi familia es del norte y lo conozco (…), dime dónde, y si hay un solo lugar que yo no he estado, te llevo”.

Marco Enríquez-Ominami apeló a la centroizquierda y a los emplazamientos constantes contra Jeannette Jara, a quien se refería cómo “ministra” por su rol de secretaria de Estado en el Gobierno del Presidente Boric. En el momento de las preguntas entre los candidatos, ME-O le preguntó a Jara por su ausencia en debates: “¿Cuál es su estrategia?”. Jara le responde: “Desarrollé una estrategia no por rechazar foros empresariales, sino que para equiparar esto. Me centré en recorrer un país herido. Mi propuesta es de gestión y de trabajo de calle”.

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