Capri: entre la tradición italiana y el turismo de alto nivel

Ubicada frente a las costas de Nápoles, en el sur de Italia, la isla de Capri se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más exclusivos del Mediterráneo. Su mezcla de acantilados imponentes, aguas cristalinas y una historia que se remonta al Imperio Romano la convierten en una parada obligada para quienes recorren la región de Campania.

Con poco más de 10 km², este destino ha sido por siglos sinónimo de elegancia e historia. Se puede acceder en ferry desde Nápoles, Sorrento o Amalfi, con múltiples salidas diarias. Muchos viajeros optan por visitarla en una excursión de un día.

Turismo, naturaleza y glamour

Uno de los principales atractivos turísticos de Capri es la Gruta Azul (Grotta Azzurra), una cueva marina famosa por el efecto lumínico que produce el reflejo del sol bajo el agua, tiñendo de azul intenso su interior. El acceso es en bote y es una de las experiencias más comentadas por los visitantes.

Para quienes disfrutan de las alturas y las vistas panorámicas, el Monte Solaro ofrece la mejor postal de la isla y del golfo de Nápoles. Se puede subir en telesilla desde el pueblo de Anacapri, el sector más alto de la isla, o a pie por un sendero que cruza bosques y miradores naturales.

Capri también es ideal para quienes disfrutan del senderismo y el contacto con la naturaleza. El Arco Natural, una formación rocosa tallada por el viento y el Camino de los Fortini, que recorre antiguas fortificaciones costeras, son rutas ideales para explorar.

No puede faltar una caminata por el corazón social de la isla, la Piazzetta de Capri. Rodeada de bares, tiendas de lujo y restaurantes, este pequeño espacio abierto funciona como punto de encuentro tanto para locales como para los turistas.

Crédito: El Mostrador

Gastronomía local

La cocina caprese es otro de los grandes atractivos. Con influencias mediterráneas y productos locales frescos, cada comida se convierte en una experiencia. La ensalada caprese, hecha con tomate, mozzarella y albahaca, es el plato más emblemático, pero también destacan las preparaciones con pescado fresco, mariscos, pastas artesanales y vinos regionales.

Muchos restaurantes ofrecen terrazas con vista al mar o ambientes más íntimos entre jardines y limoneros. Para los amantes de los postres, está el pastel caprese, un bizcocho de chocolate y almendras originario de la isla.

¿Cuándo es mejor viajar a Capri?

La temporada alta en Capri va de mayo a septiembre, cuando el clima es ideal para actividades al aire libre y para disfrutar de las playas y paseos en barco. En estos meses, la isla recibe a miles de turistas, por lo que se recomienda reservar alojamiento y traslados con anticipación.

Para quienes prefieren una experiencia más tranquila, los meses de abril, octubre e incluso principios de noviembre pueden ser una excelente opción. Las temperaturas son agradables, hay menos gente y los precios bajan considerablemente.