Viajes
Créditos: Cedida.
Granada: la joya andaluza que busca conquistar a los chilenos
Granada es una ciudad que lo tiene todo: patrimonio monumental, playas cálidas, montañas para el deporte y la aventura, nieve de calidad internacional, tradiciones vivas. Un destino perfecto para quienes quieren combinar cultura, naturaleza, descanso y experiencias únicas en un solo viaje.
En la última década, Granada se ha posicionado como uno de los destinos más versátiles y completos de España. Algo que de a poco han ido conociendo los viajeros chilenos que buscan historia viva, playas mediterráneas, aventuras en la montaña, gastronomía con identidad y ciudades inolvidables.
Y es que la capital andaluza y su provincia combinan todo en un solo territorio compacto, fácil de recorrer y con infraestructura turística de primer nivel. Todo con el encanto dado por una identidad que se expresa en sus calles, su música, su artesanía y su gastronomía, como resultado de una mezcla histórica única: herencia andalusí, legado cristiano, alma gitana, cultura mediterránea y vanguardia contemporánea.
Un museo vivo al aire libre
Granada es, ante todo, un hito del patrimonio universal. Su Alhambra, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es uno de los monumentos más visitados del mundo y un testimonio excepcional del periodo andalusí.
Pero la riqueza monumental no se agota ahí. La ciudad es un entramado histórico donde conviven:
- El Generalife, con sus jardines árabes y terrazas.
- El Albaicín, barrio medieval de calles estrechas, miradores y casas blancas.
- La Catedral de Granada, una obra maestra del Renacimiento español.
- La Capilla Real, donde reposan los Reyes Católicos.
Así como la Influencia andalusí está presente en los patios interiores, en los jardines, en la arquitectura, en la cerámica y en sabores como el uso de frutos secos, especias y recetas heredadas de Al-Ándalus, Granada es uno de los hogares espirituales del flamenco. En el Sacromonte, las zambras —fiestas gitanas en cuevas— siguen vivas y son una de las experiencias culturales más intensas de la ciudad.
Pero la vida de barrio también se puede sentir en las teterías del Albaicín, los bares de tapas gratuitos con cada bebida, los mercados populares y las plazas donde la gente se reúne a conversar son parte central de la experiencia granadina.

Créditos: Cedida.
Playa, aventura o nieve a minutos de la ciudad
La provincia de Granada es una de las pocas en el mundo donde un viajero puede recorrer nieve y playas en un mismo día.
La Costa Tropical, a menos de una hora del centro de la ciudad, brinda temperaturas suaves incluso en invierno, calas escondidas, acantilados y aguas transparentes que atraen a buceadores y amantes del descanso mediterráneo. Localidades como:
-
Almuñécar, con su tradición histórica y paseos costeros.
-
Salobreña, pueblo blanco coronado por un castillo árabe frente al mar.
-
La Herradura, meca del buceo.
Este litoral es ideal para familias y viajeros que buscan desconexión sin renunciar a buena gastronomía y servicios turísticos de calidad.
Pero además, Granada es uno de los territorios más codiciados para los amantes del aire libre. El Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, el más alto de la península ibérica, ofrece senderos, rutas de montaña, observación de flora endémica y miradores naturales que brillan especialmente en verano.
La región invita a practicar actividades como trekking por los picos Mulhacén y Veleta, ciclismo de montaña, escalada y rutas por pueblos históricos como Lanjarón o Capileira, en la Alpujarra.
Para el público chileno, acostumbrado a la cordillera de los Andes, Sierra Nevada ofrece un paisaje distinto: más accesible, más mediterráneo y con una biodiversidad única.
Por si fuera poco, el centro de esquí Sierra Nevada, uno de los más importantes de Europa, es famoso por su calidad de nieve, su moderna infraestructura y su ambiente acogedor.
La estación cuenta con más de 110 km esquiables, escuelas de nieve para todos los niveles, y ctividades familiares y zonas especiales para freestyle.
Gracias a su altitud, Sierra Nevada ofrece una temporada larga y condiciones ideales incluso cuando otras estaciones europeas cierran temprano. Para los chilenos aficionados al esquí, es una oportunidad perfecta para vivir la nieve en pleno Mediterráneo.
Gastronomía y la esencia granadina
Aparte de las tapas, Granada apuesta por cocina andaluza renovada. Clásicos como el remojón, las habas con jamón, el pionono de Santa Fe y platos con influencia mediterránea conviven con propuestas contemporáneas que han ganado espacio en rankings gastronómicos.
Granada es una provincia que condensa en pocos kilómetros alta montaña, llanura fértil y costa mediterránea. Esta variedad de paisajes —la nieve de Sierra Nevada, la Vega agrícola y la cálida Costa Tropical— crea microclimas muy distintos entre sí. Y esa diversidad climática determina una de las ofertas gastronómicas más ricas y contrastadas del sur de España.
La Vega de Granada es una de las zonas agrícolas más antiguas y productivas de Andalucía. Suelos fértiles y un clima mediterráneo templado permiten el cultivo de habas, alcachofas y espárragos, tomates de gran sabor, ajos, cebollas y pimientos, y frutas como granadas, membrillos y chirimoyas.
Estas hortalizas han dado forma a platos emblemáticos como el remojón, las habas con jamón, el ajo blanco y un sinfín de guisos tradicionales que beben de la cocina árabe-andalusí.
En las zonas de montaña —especialmente en la Alpujarra y los pueblos cercanos a Sierra Nevada— el clima seco y frío favorece la cría de ganado y la maduración de carnes y embutidos.
El cordero segureño es uno de los productos estrella. Procede de la comarca de las Sierras de Segura y sus alrededores, donde los animales pastan en altura entre tomillo, romero y plantas de montaña.
El resultado es un cordero tierno, aromático y de sabor limpio, muy valorado en la cocina tradicional.
Además, Granada alberga una de las DO más reconocidas de España, con el Jamón de Trevélez (IGP): curado a más de 1.200 metros de altura, en condiciones naturales de frío y viento de montaña. Se distingue por su bajo contenido en sal y su textura suave.
En zonas más altas de la Alpujarra también se producen jamones de excelente calidad sin DO formal, pero con tradición centenaria.
También la franja costera de Granada —la Costa Tropical— aporta productos marinos de gran calidad. El emblema es la gamba roja de Motril, pequeña pero muy sabrosa, reconocida por su dulzor y su textura firme.
Se pesca en fondos relativamente profundos frente a la costa granadina y es una de las joyas de la cocina local.
Junto a ella destacan pescados como el salmonete, el jurel, el pez gallo y, por supuesto, los platos marineros de tradición andaluza.
Y por si fuera poco, el clima de montaña da lugar a vinos con personalidad. La provincia cuenta con la Denominación de Origen Protegida “Vinos de Granada”, que abarca distintas subzonas con características propias.
Los contrastes de altitud —desde viñedos a más de 1.000 metros hasta zonas más templadas— generan vinos tintos con buena estructura, blancos frescos, vinos jóvenes de carácter frutal y etiquetas más complejas de bodegas de altura
El aire frío nocturno y el sol intenso del día aportan una marcada amplitud térmica que favorece aromas y acidez equilibrada.
La gastronomía granadina es, al final, un reflejo perfecto de su geografía diversa. Pocos destinos en España concentran en un territorio tan compacto nieve, huerta y mar, y esa riqueza natural se traduce directamente en los sabores que definen la mesa granadina.
Desde Chile, el acceso se vuelve cada vez más sencillo gracias a la conectividad con Madrid y Málaga, permitiendo que más viajeros descubran esta maravilla andaluza que sigue enamorando al mundo.