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Pasa hasta en las mejores familias: papelera de los Matte fue parte de cartel que se repartió mercado y fijó precios por más de 10 años

Pasa hasta en las mejores familias: papelera de los Matte fue parte de cartel que se repartió mercado y fijó precios por más de 10 años

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Su filial de Tissue es un hervidero de irregularidades. Ayer la Fiscalía Nacional Económica la denunció por haberse coludido desde el año 2000 hasta el 2011 con SCA (ex Pisa), que en esos momentos era controlada por Gabriel Ruiz-Tagle, otro poderoso empresario que fue parte del gabinete de Piñera. La empresa también suma denuncia en Colombia por un caso similar e irregularidades contables detectadas en 2013. La multa por este caso ascendería a los US$ 15 millones.


“Por motivos personales”, decía el hecho esencial enviado por CMPC –el holding de empresas ligadas al negocio forestal con que funciona el grupo Matte– para explicar la sorpresiva salida del director de la compañía, Arturo Mackenna. Además de ese cargo, ostentaba el de presidente de CMPC Tissue y director de CMPC Celulosa.

No eran personales los motivos de la salida del histórico ejecutivo, que trabajó desde 1981 en CMPC, que fue gerente general por 24 años y que desde 2011 la integraba como director.

No, su salida era la primera señal de que al interior del grupo se vive una crisis de proporciones.

Ayer, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) reveló que, desde el año 2000 y al menos hasta 2011, CMPC Tissue venía coludiéndose a nivel de precios y de participación de mercado con Pisa (hoy SCA), la compañía que en 2009 abandonó definitivamente como miembro de la sociedad el ex socio de Blanco y Negro y ex ministro de Sebastián Piñera, Gabriel Ruiz-Tagle.

El requerimiento de la FNE al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (Tdlc) entrega detalles sorprendentes, como el hecho de que en diciembre de 2011 lanzaron al canal San Carlos los computadores donde se ocultaban antecedentes del oscuro negocio.

También revela que el inicio del acuerdo ocurrió a comienzos de 2000, cuando la cadena de supermercados D&S lanzó su marca propia, Acuenta, que generó una guerra de precios. Ante dicho escenario –relata la FNE–, el dueño de Pisa, Ruiz-Tagle, se reunió con el entonces gerente general de CMPC, Jorge Morel Bulicic, “en más de una oportunidad” en el restaurante del Club de Golf Las Brisas de Chicureo. Ese fue el punto de partida del acuerdo que se iría concretando en los siguientes años, con cuentas de correo electrónico Hotmail para no dejar huellas.

Ayer CMPC descartó cualquier conocimiento por parte de la compañía y encapsuló las responsabilidades en los ejecutivos involucrados. Pese a las evidencias, CMPC no verá multas, pues pidió –y la FNE le concedió– hace dos meses el beneficio de la delación compensada, a través de la cual un actor coludido entrega información a cambio de impunidad. Aunque SCA pidió el mismo beneficio, llegó tarde –después de CMPC– y la FNE le bajó la solicitud de multa a UTM 15 mil –unos US$ 15 millones–.

Los hoyos

Pero las dificultades venían masticándose desde antes, pues Tissue no debuta ahora en actos corruptos.

En 2013, el grupo reconoció irregularidades en la contabilidad de sus ventas en su operación en Colombia. En ese momento, fue despedido el gerente de la operación cafetera, Juan Peñafiel.

Parecía que la manzana podrida salía de la empresa, pero los hechos abofetearon la ilusión. El 2 de diciembre de 2014, la FNE inició de oficio una investigación. Los primeros indicios de la colusión habrían llegado desde el extranjero.

Según publicó el 8 de septiembre pasado el medio peruano Semanaeconomica.com, en Colombia fue denunciado por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) el llamado Cartel de los Pañales, donde los principales involucrados serían la transnacional Kimberly-Clark y, precisamente, CMPC.

De acuerdo al medio, la evidencia sugeriría que las prácticas anticompetitivas podrían también haberse dado en otros países de la región donde las empresas involucradas operan.

CMPC sabía de las investigaciones en la región desde el año pasado, como lo reveló la propia compañía en un hecho reservado enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) el 27 de marzo de 2015.

En él afirman que el directorio del holding, que preside el histórico Eliodoro Matte, tomó conocimiento de la investigación tras hacer su propia averiguación en el segundo semestre de 2014, después de “tomar conocimiento de investigaciones por infracciones a la libre competencia conducidas por autoridades de otros países de la región en los que tiene presencia CMPC Tissue”, aunque advertía en ese momento que dichas investigaciones no incluían directa ni indirectamente al mercado chileno.

Por eso, el 6 de mayo pasado, dejó la gerencia general de CMPC Tissue, Eduardo Serrano Spoerer, ejecutivo clave en el caso y quien había reemplazado justamente a Jorge Morel el 9 de octubre de 2014.

El ascenso de Serrano –que fue gerente de Tissue Chile entre 2002 y 2011, cuando pasó a liderar CMPC Papeles– se vio truncado cuando la compañía detectó que también era parte de la colusión. Su sucesor interino, Rodrigo Gómez, dejará el cargo el 1 de diciembre próximo y lo reemplazará el ex gerente de Forus, Gonzalo Darradiou, según anunció CMPC el 11 de septiembre pasado. Gómez sigue siendo el contralor de CMPC.

También dejó su cargo en septiembre pasado Alejandro Nash Sarquis, quien se desempeñaba como gerente general de CMPC Papeles desde agosto de 2014 y luego de haber sido ejecutivo de CMPC Tissue desde marzo de 2012. Nash, al igual que Felipe Alamos –que hasta este año era gerente comercial de CMPC Tissue–, figuran entre los altos ejecutivos que participaban de reuniones con sus similares de Pisa para hacer la bajada de la colusión.

Los detalles de la colusión

Según el relato de la FNE, el acuerdo de Pisa y CMPC implicó mantener el 24% y 76% de participación de mercado que tenían en ese momento, respectivamente.

Luego de los encuentros de Ruiz-Tagle y Morel se celebraron al menos tres más para implementar el acuerdo, los que se hicieron en el cuartel de bomberos ubicado en Apoquindo 8.115 (La ‘bomba alemana’) y donde estuvieron, además de los nombres referidos, los gerentes comerciales de CMCP, Cecilia Haberle Tapia, y de Pisa, Miguel González.

El acuerdo lo controlaban con planillas, con lo que monitoreaban cada dos meses las participaciones relativas tanto en canal supermercados como tradicional y en farmacias. Para actualizar las planillas se usaban los datos de la consultora AC Nielsen y su informe Retail Index.

Los ejecutivos principales de las empresa se contactaban por teléfono –llegaron a usar celulares prepago–, crearon correos electrónicos ad hoc en Hotmail y se entregaban documentos personalmente en los domicilios particulares.

El arreglo era tal que, si alguna compañía cambiaba ejecutivos, se volvían a reunir y se presentaban para mantener la colusión. Eso ocurrió con Felipe Alamos en 2006 y Eduardo Hola de Pisa, cuando este último llegó a la gerencia de ventas de la firma de Ruiz-Tagle. Una larga lista de ejecutivos figura en el requerimiento de la FNE, los que concretaban y mantenían los acuerdos con reuniones en los clásicos hoteles en que se reúne la elite: Director, Marriott, Intercontinental y Radisson.

La Fiscalía encontró varios correos de 2007 y 2008 donde se intercambiaban información de precios, posicionamiento, coordinaban las cantidades de productos que se entregaban a los supermercados y acordaban los precios a ofrecer.

Los acuerdos fueron eficientes. Según la FNE, entre 2008 y 2013, CMPC Tissue se mantuvo en el rango de 75% a 78%, mientras Pisa se movió entre 9% y 12%.

CMPC es una de las principales compañías del rubro forestal –las AFP manejan el 11,4% de la propiedad, que hoy se valoriza en más de US$ 700 millones– junto a Celulosa Arauco, del grupo Angelini. Su negocio es podar bosques y luego procesar la madera que termina siendo el insumo para generar, entre otros, sus artículos estrellas de la filial tissue: el papel higiénico, las toallas de papel, servilletas, pañuelos desechables y faciales. Allí están las marcas Elite, Confort, Noble, Preferido y Abolengo, mientras que por el lado de Pisa (SCA) destacan Favorita y Magiklin.

El peso del negocio

Tissue no es trivial para CMPC. Es el principal generador de ventas de la compañía –39% a junio pasado– y el segundo en aportes de ebitda –24% a junio, tras el 44% de la celulosa–. De hecho, en los primeros seis meses de 2015, junto al área forestal, fueron las únicas que mostraron alzas en ventas a terceros en volúmenes y precios. Aún más, supera a forestal en el alza –15% en volúmenes versus el 9% de forestal– y el segundo que más creció en precios, después de celulosa–. Y por eso, representa –después de la celulosa- la segunda área donde están invirtiendo más.

El éxito de negocio se potencia con la penetración de sus marcas, conseguida a través de sus spots publicitarios. Según la Fiscalía, más de un 30% de los consumidores que no encuentra la marca Elite podría ir a otro punto de venta, cifra que llega al 20% en el caso de Nova, según revelarían fuentes de CMPC.

Por eso, Felipe Alamos se ufanaba en la revista interna de CMPC, “Mi Papel”, en marzo de 2013 cuando recibieron premios del Marketing Hall of Frame por Confort, en los siguientes términos: “Reconocemos un fuerte compromiso y responsabilidad en mantener la marca Confort dentro de las preferidas de los chilenos”.

Reacciones

Gabriel Ruiz-Tagle salió a defenderse de la acusación. Aseguró que no participó “en ninguna colusión” y que ello quedó “absolutamente claro en los expedientes” y que, de hecho, por ese motivo la FNE no emprendió acciones contra él.

Eso sí, Ruiz-Tagle reconoció las reuniones con CMPC en 2000, pero negó que fuera para coludirse y, en cambio, explicó que tuvieron por finalidad “reclamar arbitrariedades”. Tanto es así, aseguró, que al año subsiguiente vendió su participación y luego, asegura, nunca más se dedicó al negocio.

No dijo, eso sí, que en 2003 solo vendió el 50% de la propiedad. El resto lo enajenó casi cinco años después. El caso afecta las intenciones del ex ministro de ser candidato a alcalde de Providencia en las elecciones de próximo año. También salpica al diario de centro derecha, El Libero, del cual es es socio junto a Hernan Büchi, multado por la SVS por su rol en el directorio de la SVS; y Teo Ribera, ex ministro de estado del gobierno de Piñera,

El presidente de la organización de consumidores Conadecus, Hernán Calderón, indicó que está siguiendo el caso y que deberán esperar hasta que concluya la causa en el TDLC y sea sancionada por la Corte Suprema. Tras ello, sostuvo, prepararán demandas colectivas contra las empresas. Sernac también anunció que está analizando el caso.

Calderón advirtió que estos casos revelan que es necesario comenzar a regular los oligopolios, que son el caldo de cultivo para que ocurran estos arreglos. Junto con ello, reclamó que el Congreso no avance en el proyecto de ley –en tramitación– que busca tipificar como delito la colusión –que dejó de serlo en el Gobierno de Ricardo Lagos en 2003–, lo que permitirá que los responsables de estas colusiones puedan ir a la cárcel, aunque se mantiene el beneficio de la delación compensada.

Además, dicho proyecto establece que las multas lleguen al doble de los beneficios obtenidos por colusión o al 30% de las ventas anuales de la empresa involucrada.

Junto con ello, Calderón dijo que las empresas involucradas deben ser obligadas a presentar un plan de compensación apenas se confirme la colusión y no esperar a que los tribunales resuelvan posteriores demandas colectivas.

En tanto, el representante del fondo BlackRock en Chile, Axel Christensen, criticó duramente lo ocurrido. “Ni reforma tributaria ni laboral hacen tanto daño al modelo como casos tipo ConfortGate. Salvemos el capitalismo de los capitalistas!”, escribió en su cuenta de Twitter.

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