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La Expo 2010 premia al pabellón chileno por su desarrollo del tema del evento

Chile, junto con otros 20 países, optaba a los premios de arquitectura, diseño interior y desarrollo temático en la categoría de los pabellones de tamaño medio, de entre 2.000 y 3.999 metros cuadrados.


El pabellón de Chile recibió este sábado, en la ceremonia de entrega de premios de la Exposición Universal de Shanghái, que finaliza este domingo, el primer premio por su desarrollo del tema de la Expo: las ciudades, en la categoría de pabellones de tamaño medio.

Según los responsables de la Expo, que conceden los galardones, el espacio chileno «muestra de manera extraordinaria la concepción del pueblo de Chile para impulsar sus ciudades del futuro con la manera de construir las ciudades y mejorar su calidad de vida».

Desde el comienzo de la Expo, los responsables del pabellón chileno destacaron su respeto al tema central de la misma: «Una ciudad mejor, una vida mejor», en torno al que optaron por presentar una idea de urbe basada en las relaciones humanas.

«Hicimos un trabajo muy meticuloso, muy riguroso, muy profundo, para entender el tema de la ciudad», aseguró hoy a Efe Hernán Somerville, comisario del pabellón chileno.

Chile, junto con otros 20 países, optaba a los premios de arquitectura, diseño interior y desarrollo temático en la categoría de los pabellones de tamaño medio, de entre 2.000 y 3.999 metros cuadrados.

El país andino logró el primer puesto en el premio de desarrollo temático por delante de Nueva Zelanda e Irlanda, segundo y tercero respectivamente.

«El lema nuestro es que la ciudad es esencialmente un tema de relaciones de personas, no es un tema de autopistas, ni un tema de automóviles o de edificios, es un tema de cómo el ser humano, dentro de su naturaleza social, se vincula con otros seres humanos», explicó el comisario.

Para mostrar esta idea, Chile recurrió a un pabellón en el que los protagonistas son los habitantes de las ciudades, como demuestra el interior de una gran semilla de madera instalada en el espacio, en el que varios chilenos ofrecen en pantallas sus manos para «tocar» al visitante y establecer así una relación con él.

Otro de los atractivos para los más de tres millones de personas que han pasado por el pabellón durante estos seis meses de Expo ha sido el «pozo de las antípodas», en el que es posible ver en tiempo real a través de cámaras un punto de Chile, desde el que también puede verse lo que ocurre en el pabellón.

Sobre el futuro del edificio chileno y la posibilidad de que pudiera permanecer en su ubicación actual o ser trasladado a otro lugar, Somerville señaló que «en principio tendríamos que desmantelarlo», como está establecido por las regulaciones de la Expo, pero «es un tema que todavía estamos analizando».

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