Educación
Como una “alerta” catalogaron los especialistas y parlamentarios los resultados de esta evaluación que reveló que nuestro país se estancó al menos una década en materia de aprendizaje educacional.
Aunque se esperaba una caída en los resultados de los escolares chilenos en la prueba PISA 2022, las cifras dejaron con total preocupación a autoridades y expertos, quienes llamaron a ocuparse de la educación chilena tras los datos de los alumnos en el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, que realiza la OCDE a adolescentes de 15 años en 81 países.
Al respecto, el diputado e integrante de la Comisión de Educación, Stephan Schubert, reconoció que aunque “estamos ocupándonos más de la educación, invirtiendo más recursos humanos y muchos más recursos económicos, llevamos diez años estancados”. Además, planteó que es fundamental “repensar todo el sistema educacional, porque lo que estamos haciendo ahora no está dando resultados y, más grave aún, no está acorde al nivel de la educación que los niños necesitan para enfrentar el futuro”.
En esa misma línea se manifestó la parlamentaria del PDG, Karen Medina, y ex asistente de la educación, quien afirmó que “los resultados de la prueba PISA dejan en evidencia los problemas que tenemos en educación y cómo estos afectan en el rendimiento de nuestros niños”.
Sobre las posibles soluciones para reducir esta brecha, la congresista afirmó que es “una conversación que debemos abordar de manera urgente y teniendo en consideración qué base tenemos en cada tipo de educación, municipal, subvencionada y particular, y también considerar el territorio, ya que esto también marca diferencias en el aprendizaje”.
En tanto, desde el mundo académico, Isaías Sharon, psicólogo y fundador de HPI International, explicó que “durante la década de los ’90 Chile tuvo una política de Educación centrada en la cobertura, reduciendo los niveles de analfabetismo, aumentando el ingreso a la escolarización y los años obligatorios de escolaridad”, sin embargo, en la actualidad se ha puesto el foco en la calidad de la educación, pero “entendida como recursos monetarios, como administración política”.
Esto ha traído como consecuencia que no se ponga el foco en las “habilidades docentes o en la capacidad de transferir y adquirir conocimientos y destrezas por parte de los estudiantes, teniendo como resultado un retroceso, una década perdida en el sistema educativo”, afirmó el psicólogo.
“Este retroceso no solamente es preocupante sino que sorprende la falta de acción de este gobierno y de los anteriores, de tomar esto de manera seria, bajar las banderas partidistas o corporativas, como es el caso del Colegio de Profesores, y hablar de Educación de verdad, en pos de una generación que está enfrentando un mundo de transformaciones con habilidades carentes y que no están centradas en el siglo XXI”, complementó Sharon.
Asimismo, Carlos Cáceres, presidente de la Junta Directiva de la Universidad Bolivariana, comentó que “lo más preocupante es que nuestro país, entre el 2012 y el 2022, no se ha movido un ápice a pesar de la inversión que se ha hecho en estos diez años en Educación, pero este estancamiento no se puede explicar sólo por efectos de la pandemia”.
Esto significa que “llegó el momento de tomar medidas más serias en temas de educación y políticas públicas, lo que quiere decir que deben ser políticas de Estado y no solamente de gobierno, las que ayuden a mejorar la calidad de la educación”, puntualizó Cáceres.
Finalmente, recomendó que es necesario impulsar iniciativas que fomenten la lectura y escritura de los primeros años de escolaridad para tener adolescentes que comprendan lo que leen y se puedan desarrollar de manera integral.
