Aunque en la tienda falangista y en el comando oficialista se niegan a admitir que el partido esté trabando cualquier acercamiento entre el candidato y el senador colorín, lo cierto es que el timonel del PRI se ha convertido en un factor de campaña, dado que el oficialismo percibe que deberá raspar la olla si quiere volver a ganar. De allí los guiños de Patricio Aylwin y el propio abanderado hacia el ex DC. Pero, según Hosain Sabag, un sector del partido estaría presionando para impedir algún acuerdo con Adolfo.
Dado el bajo rating de la candidatura presidencial del senador Adolfo Zaldívar en las encuestas y en medio de una disputada campaña electoral, los votos que representa se podrían volver claves para inclinar la balanza, no sólo frente a la opción de la derecha, sino también para resolver la contienda entre el aspirante oficialista a La Moneda, Eduardo Frei, y el independiente Marco Enríquez-Ominami. Pero pese a los guiños del ex presidente con Adolfo para atraerlo hacia su candidatura y a las declaraciones de Patricio Aylwin en la misma línea, en la tienda de Alameda 1460 ‘no se oye, padre’. Y aunque entre sus más altos dirigentes descartan que la colectividad pretenda bloquear un eventual regreso del colorín, lo cierto es que no se han dado pasos concretos para facilitar la decisión del abanderado del PRI. Por su parte, el senador Hosain Sabag no descarta presiones de un sector del partido para evitar un posible aterrizaje de Zaldívar en el comando concertacionista.
Que Zaldívar «no es tema» en el partido, que «él no ha pensado en volver», que «está más cerca de la derecha que de la candidatura de Frei», que «ese es un tema que debe abordar la Concertación en su conjunto» y suma y sigue. Son algunos de los argumentos esgrimidos en la DC para esquivar el tema. La otra fórmula son las palabras de buena crianza, como que «las puertas están abiertas para todos en la candidatura de Frei» y frases por el estilo.
Sabag, quien se declara amigo de Frei y Zaldívar, tiene la convicción de que el regreso del colorín al partido es necesario. «Las elecciones se ganan con votos», sentencia con cabeza fría. El parlamentario admite haber conversado el tema con su ex camarada y se quedó con la impresión de que «él estaba muy abierto a conversar y Frei también», pero aclara que esa conversación pendiente está en manos del abanderado oficialista.
Persisten las rencillas
La postura de Sabag claramente se contradice con la dirección de la DC. Porque, tal como lo ve el senador, «en el partido aún existen orgullos personales y rencillas con Adolfo, pero eso hay que dejarlo de lado» y reconoce que «esa es la razón por la que aún no se ha llegado a una decisión». Incluso va más allá en sus apreciaciones y saca a relucir el discurso del presidente de la colectividad, Juan Carlos Latorre, cuando asumió la dirección de la tienda. Según el senador, el diputado «dijo que ‘las puertas (del partido) están abiertas para todos’, después ha ido cambiando, por lo que debe tener algún tipo de presión de algún sector» de la DC.
Por lo que insiste en que ahora «hay que apostar a ganar la elección. O, por lo menos, generar un acercamiento pensando en la segunda vuelta». Ello porque Sabag tiene la convicción de que pese a las diferencias que «Adolfo» haya tenido o tenga con el partido «por su posición política y pensamiento ideológico no puede estar con Enríquez-Ominami, que es la antítesis del pensamiento cristiano, y menos con la derecha». Tras lo cual subraya que el colorín «nunca ha tenido problemas con Frei».
En este aspecto uno de los vicepresidentes de la DC, Enzo Pistachio, tiene una visión similar a la de Sabag, porque estima que los planteamientos que ha hecho Zaldívar de un tiempo a esta parte, en relación a la clase media y las pymes, por ejemplo, «están muy bien recogidos en la candidatura de Eduardo Frei». Pero Pistachio es uno de los que piensa que un regreso de Zaldívar a la Concertación y, por ende al partido, «no es fácil, porque ya están cerradas las plantillas parlamentarias», aunque reconoce que «desde el punto de vista programático, la gente del PRI -como social cristiana- sería un aporte a la candidatura» de Frei. Pero insiste en que desconoce cuál sería el modelo que se utilizaría para integrarlos.
Por otro lado, sostiene que «es importante -como lo dijo Aylwin- que las personas que están fuera de la Concertación tengan la posibilidad de integrarse», aún cuando aclara que la mesa de su partido «entiende que éste es un tema de la Concertación y así debe ser discutido».
Operación comunicacional
Mientras, en el comando oficialista hay quienes están convencidos de que no existe necesidad alguna de traer de vuelta a Zaldívar y que las supuestas polémicas que generan la sola posibilidad de que el timonel del PRI vuelva a sus raíces, «no es más que una operación comunicacional de Zaldívar» para hacerse notar. Más cauto, el jefe territorial del equipo de Frei, Jorge Pizarro, recurre justamente a una de esas frases de buena crianza que se están haciendo tan comunes en esta campaña. Reiteró lo tantas veces dicho en cuanto a que «la candidatura de Eduardo Frei está abierta a todos los que quieran estar», eso sí, reconoce que el retorno del colorín «lo veo muy difícil». Pero no dice imposible.
Otra fuente de la candidatura de la Concertación coincide con Pizarro en que es difícil que Zaldívar y su gente vuelvan al partido, aunque reconoce que en materia parlamentaria «el caso más atractivo es Pedro Araya», el diputado independiente, porque el resto «ha cruzado la línea varias veces», dice aludiendo a declaraciones poco amistosas que han efectuado algunos parlamentarios cercanos al colorín. A este respecto, en la DC admiten que hubo conversaciones con Araya, pero que él se cerró de plano a la posibilidad de volver.
En el entorno de Zaldívar, en tanto, también descartan cualquier acercamiento a la candidatura de Frei y a la Concertación mientras no se cumpla un requisito sine qua non, que tiene que ver con la necesidad del timonel del PRI de «reivindicar el centro político», condición que le exigen a cualquiera que desee conversar con ellos. Por otro lado, admiten que desde fuera perciben dos líneas dentro de la DC. Una dispuesta a seguir los planteamientos de Frei y Aylwin y otra que está no está dispuesta a permitir un acuerdo con el senador por la Undécima Región bajo ningún punto de vista. Este es el escenario que enfrenta Frei y en el que está siendo puesto a prueba su liderazgo dentro de la Concertación, pero fundamentalmente al interior de la DC.
