BRAGA
Créditos: Foto de Polina Zimmerman en Pexels
El debilitamiento pélvico puede significar patologías como el prolapso genital, la vejiga hiperactiva, incontinencia fecal o dolor pélvico crónico. De estas afecciones, el 50% podrían terminar en operación.
El piso pélvico es la musculatura que se encuentra en la parte posterior del cuerpo, específicamente en gran parte de la pelvis, siendo un músculo sumamente importante de fortalecerlo, ya que ayuda a sostener el resto de los órganos.
Se estima que ocho millones de mujeres chilenas en algún momento sufrirán fragilidad en la musculatura del piso pélvico, lo cual acarraría patologías como el prolapso genital, la vejiga hiperactiva, incontinencia fecal o dolor pélvico crónico, terminando el 50% de ellas en operación.
Para detectar el debilitamiento pélvico existen varias formas, siendo una de las fáciles el observar con un espejo la zona vulvo-vaginal en el caso de mujeres y la zona anal en hombres.
“Por otro lado, la sensación de contracción muscular del piso pélvico se reproduce como cuando atrapas un gas o cortas el chorro de la orina, que no es un ejercicio, sino que sólo para sentir”, aclara la kinesióloga especialista en rehabilitación pelviperineal y fundadora de IronMommy Kinesiología, Katherinne Albornoz.
Agrega que “es importante si se tiene alguno de estos síntomas preguntar a un médico, aunque siempre lo más importante, para evitar la flacidez del piso pélvico será conocer nuestro cuerpo y realizar -de manera periódica- ejercicios, tanto en el embarazo como en post parto”.
Respecto a los ejercicios, se puede “contraer los músculos del suelo pélvico durante 5 segundos, mientras respiras suavemente y, luego, relajas durante 5 segundos más. También está el conocido como Rápido, que consiste en contraer y relajar los músculos tan rápido como se pueda, durante 2 o 3 minutos”.
Ante la posibilidad de la fragilidad de la musculatura del piso pélvico, desde MiaLuna y un Centro de Kinesiología, realizarán talleres con el objetivo de dar a conocer la anatomía involucrada en el uso de la copa menstrual. En ese sentido, se impartirán clases sobre cómo reconocer el piso pélvico, posturas que favorecen tanto su inserción y retiro, los pliegues más recomendados y la elección de una talla de adecuada, según condiciones anatómicas normales y etapa del ciclo vital para el uso de la copa junto con las contraindicaciones de uso.
Cabe destacar que, la copa menstrual es un excelente estímulo propioceptivo para la zona vaginal, ya que entrega información de una zona del cuerpo que muchas veces no es parte de nuestra conciencia. “Si el piso pélvico está sano, permitirá sostener la copa y retirarla sin dificultad”, comenta Katherinne Albornoz.
