BRAGA
Según ONU Mujeres, la brecha salarial entre madres y mujeres sin hijos se debe a la visión de que la mujer es la primera cuidadora, que ante urgencias médicas o asuntos escolares es quien debe ausentarse en el trabajo. A raíz de esto, muchas madres optan por jornadas más cortas, lo que afecta su disponibilidad en el empleo y su salario, imposibilitando la ascendencia laboral.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo del trimestre febrero-abril que elabora el INE, la desocupación femenina alcanzó un 10,9%, situándose por encima de la tasa de desempleo nacional (10,2%), mientras que la de los hombres bordea el 9,8%.
En este contexto, la directora de Redlearning, organización que busca la incorporación e-learning, María Jesús Gatica, enfatizó en la importancia “ para todas las mujeres que han visto postergados sus estudios por asumir roles sociales asignados, como la maternidad, cuidado de niños y ancianos, entre otros; que sepan que existe una enorme oferta formativa, según los tiempos y desde el lugar que sea”.
Las cifras para Chile son alarmantes, según el PwC Women in Work Index indicó que el empoderamiento económico de las mujeres retrocedió en un 13%, situando al país en el lugar 31 del total de 33 naciones estudiadas, siendo uno de los países que registró la mayor caída en pandemia a nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Es por ello, que para la directora de Redlearning es fundamental la capacitación de las mujeres para acabar con las brechas de género a través del e-learning, ya que se puede utilizar como una solución para combatir las desigualdades en el mercado laboral. “Hemos tenido estudiantes que, aprovechando su licencia laboral por maternidad, han decidido estudiar un curso para sumar formación de primer nivel, con el fin de que al retornar baje la incertidumbre sobre un eventual despido”, apuntó Gatica.
De este modo, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas, las mujeres reciben un 27% menos que los hombres en el salario, es decir, las mujeres recibieron $474.911 mensuales en promedio y los hombres, $652.397. Esta brecha, según el INE, se produce porque el 40,1% de las mujeres de 15 o más años no estudian y carecen de autonomía económica, pues no cuentan con ingresos propios.
