BRAGA
“Promover condiciones más empáticas, así como protocolos de conductas definidos en las instituciones de salud para la atención de pacientes que experimenten un caso de muerte perinatal”, expone el documento. “Ley Dominga” modifica la Ley 20.584, que regula los derechos y deberes que tienen las personas en su atención en salud, donde las instituciones deberán contar con protocolos para casos de muerte perinatal.
Hoy se despachó por la Cámara de Diputadas y Diputados la normativa que promueve el acompañamiento psico-emocional para la madre y padre tras muerte perinatal . A su vez, propone aumentar el número de días de permiso al trabajador que sufre la muerte de un hijo o hija.
Con 130 votos a favor, la iniciativa fue respaldada de manera unánime en el Congreso Nacional, faltando solo su promulgación para que entre en vigencia . El proyecto fue ingresado por la senadora Carolina Goic (DC), Yasna Provoste (DC), Marcela Sabat (RN), Ena Von Baer (UDI) y el senador Rabindranath Quinteros (PS).
El objetivo principal es que las instituciones de salud, tanto privadas como públicas, tengan un protocolo universal en caso de muerte gestacional o perinatal, con ayuda psicológica y contención hacia los padres.
Para la senadora (DC) Ximena Rincón, «es muy importante el trato que reciben madres y padres ante este proceso traumante (…) «Un buen trato y que sea humano marcan la diferencia». Asimismo, la diputada Karol Cariola (PC) enfatizó que la ley viene a responder «a la falta actual de protocolos existentes actualmente, entonces siempre que ocurrían estos casos quedaba a la buena voluntad o criterio del servicio o trabajador de la salud correspondiente. Esperamos que todos los protocolos establecidos entren en vigencia lo antes posible en servicios públicos y privados», señaló.
Además, la ley modificará el Código del Trabajo, donde en el caso de muerte de un hijo/a, el y la trabajadora tendrá derecho a 10 días de licencia corridos de permiso pagado. En caso de ocurrir una muerte gestacional, el permiso será de 7 días.
El nombre del proyecto surge en homenaje a Dominga, caso que ocurrió en 2020 cuando Aracelly Brito junto a su pareja Maximiliano González ya habían sufrido de una pérdida, por lo que el nacimiento de Dominga era una nueva ilusión en ellos. Sin embargo a las 36 semanas tuvo la pérdida de su hija y malos tratos por parte del personal médico, lo que denunció e hizo público para que ninguna otra familia pasara por el hecho de perder a un hijo e hija.
