BRAGA
Los hechos ocurrieron en 2019 cuando la menor de 13 años comenzó a manifestar malestares como ansiedad, y no querer asistir a clases. En 2020 conversó con sus padres y decidieron interponer una querella contra el Instituto Alemán de Puerto Montt. No obstante, el establecimiento educacional sancionó a la adolescente por “funar” a los acusados, bajo el protocolo de “bullying”. [ACTUALIZADA]
La Corte Suprema acogió el recurso de protección hacia una menor de 13 años quién realizó una funa a través de su cuenta de Instagram en contra de tres compañeros quienes habrían abusado de ella sexualmente, razón por la cual el establecimiento educacional Instituto Alemán de Puerto Montt, la sancionó.
“Ella nos contó lo que estaba ocurriendo y relató que sus compañeros le tocaban el trasero. Empezó con cambios radicales, a comer en forma exagerada, con ansiedad y con cosas de no ir a clases”, señaló el padre de la adolescente al diario El Llanquihue.
Debido a los acontecimientos, la familia de la adolescente realizó la denuncia en los Tribunales de Familia ya que solo el colegio “activó los protocolos pertinentes”, pero no recibieron mayor apoyo. Debido a ello, la adolescente decidió realizar la funa.
Sin embargo, los padres de los tres menores acusados, se querellaron contra la afectada, aludiendo a que estaban en una “campaña de desprestigio, que era todo mentira y ofensivo contra los niños”, indicó el padre de la adolescente.
Tras esto, la familia interpuso una denuncia en la Superintendencia de Educación, entidad que multó al Instituto con 51 UTM, debido a no otorgar apoyo a la afectada. Asimismo acudieron a la Corte Suprema “La resolución de la Corte Suprema fue un verdadero tapabocas para el colegio. Como familia nos sentimos muy conformes y seguimos adelante, porque llevamos dos años sufriendo con esto”, afirmó el papá, al medio sureño.
Según detalla el informe de la Corte Suprema, la funa “si se trata del relato personal de la supuesta víctima en las publicaciones, no es posible sostener que el relato pueda ser considerado una afectación al derecho a la honra de los sujetos denunciados, pues se trata de una experiencia de vida, de carácter privado, que la supuesta víctima ha decidido hacer pública, por sus propias razones, y que se encuentra amparada por la libertad de expresión, sin que pueda limitarse esa declaración por el sólo derecho al buen nombre que le asiste a los aludidos, pues no son ofensivas respecto a ellos, sino que sólo dan cuenta de hechos que actualmente están siendo investigados”.
Agregan que “a la luz de todo lo expuesto, las medidas que se han decidido imponer a la estudiante y que constan en las misivas de fecha 13 y 31 de julio de 2020, son arbitrarias, pues al imponerlas no se ha tenido en consideración el contexto en que se han emitido las expresiones”.
En tanto, de acuerdo al diario El Llanquihue, el establecimiento educacional respondió indicando que condenan todo acto de connotación sexual que afecta a cualquier integrante de la unidad educativa y que “siempre estamos actualizando los protocolos en virtud del bienestar de toda la comunidad”.
En medio de la situación, uno de los tres niños acusados se cambió de establecimiento educacional, confesando que tocar a la afectada, era un “desafío” que realizaban entre los compañeros.
