BRAGA
El ministro Manuel Antonio Valderrama, único que votó en contra de dejar en libertad a Nicolás López, fundamentó su voto en que “la existencia de una sentencia condenatoria dictada en contra del amparado, aún cuando no se encuentra ejecutoriada, es un antecedente suficiente y serio que justifica la peligrosidad que exige la ley para la procedencia de la cautelar de prisión preventiva”.
Esta tarde la Corte Suprema, con cuatro votos a favor y uno en contra, acogió el recurso de amparo presentado por la defensa Nicolás López y dejó sin efecto la medida cautelar de prisión preventiva que pesaba en su contra desde el 20 de mayo.
López alcanzó a estar 10 días privado de libertad, primero en dependencias del Centro de Detención Preventiva Santiago 1, luego estuvo en el penal de Casablanca.
Según información consultada por La Tercera, la Corte Suprema acogió el recurso porque la medida de prisión preventiva ya se había rechazado con anterioridad, y no tenía fundamentos nuevos cuando fue decretada.
“La resolución impugnada por el presente recurso que decretó la prisión preventiva del amparado, tuvo como fundamentos los mismos antecedentes que se tuvieron en consideración para negar la medida cautelar en la audiencia realizada el día 26 de abril de 2022″, se lee en el fallo.
La abogada del cineasta, Paula Vial, argumentó que para decretar prisión preventiva no es suficiente el hecho de que López haya sido condenado. La Suprema acogió este punto y agregó que habían transcurrido solo 20 días desde la última revisión de medidas cautelares, por lo que era muy poco tiempo para que se cambiara.
En el escrito se respalda la decisión fundamentada en que “el Código Procesal Penal exige la concurrencia de nuevos antecedentes para decretar la prisión preventiva que se rechazó con anterioridad”.
En tanto, el ministro Manuel Antonio Valderrama, único que votó en contra de dejar en libertad a Nicolás López, fundamentó su voto en que “la existencia de una sentencia condenatoria dictada en contra del amparado, aún cuando no se encuentra ejecutoriada, es un antecedente suficiente y serio que justifica la peligrosidad que exige la ley para la procedencia de la cautelar de prisión preventiva”.
Las denuncias contra el cineasta se dieron a conocer en junio de 2018, a través de un reportaje en la revista Sábado, que visibilizó los años de agresiones sexuales que vivieron las denunciantes, las cuales eran mujeres que trabajaban frecuentemente para el acusado en diversos proyectos audiovisuales.
Según reveló la investigación, las víctimas denunciaron que el cineasta realizaba tocaciones y comentarios inapropiados a las actrices de sus cintas. Así como también, eran usuales las invitaciones a mantener relaciones sexuales.
En el proceso se recuperaron 2700 mensajes de What’s App del celular del condenado, y a través de ellos, se reveló que él mismo reconocía los hechos presentados en el Juicio Oral: que ha tocado «los senos de sus víctimas, que las ha perseguido y que una de ellas se fue traumada de su departamento».
Además, se identificó un patrón de conducta: él es quien contactó a todas sus víctimas por Twitter, Instagram y correo electrónico, siempre en un contexto laboral, mediante el cual les ofrecía ser parte de sus producciones.
