BRAGA
La pérdida de su hija por cáncer cerebral la llevó a continuar la lucha, pero ahora apoyando y entregando las herramientas y tratamientos necesarios, a través de “Fundación Nuestros Hijos”, entidad que va en ayuda de las y los niños que sufren de esta enfermedad, desde hace 30 años.
Comenzaba 1987 y la vida de Marcela Zubieta, médico pediatra chilena, daría un giro rotundo tras el nacimiento de su hija Claudia, la pequeña sería diagnosticada con cáncer cerebral. Así partiría una ardua lucha contra esta enfermedad, que la llevaría de Chile a Estados Unidos en busca de tratamientos para su hija. Sin embargo, tras dos años de intensa batalla y de agotar todas las posibilidades, la bebé falleció.
La fuerza transformadora de la pérdida de Claudia, la condujo a hacer un entrenamiento en infecciones de inmuno deprimidos, logrando conjugar su pasión por la pediatría con el compromiso que adquirió con el cáncer infantil y construyendo, a través de sus conocimientos y su ímpetu, Fundación Nuestros Hijos, organización que va en ayuda de niñas, niños y adolescentes con cáncer.
Por esto, en un nuevo Mujeres Inolvidables, el especial semanal en donde destacamos las importantes hazañas de mujeres chilenas de la historia y el presente, visibilizamos el impacto de la médico pediatra Marcela Zubieta, quien lleva más de 30 años dedicada a mejorar la expectativa de sobrevida de las y los niños con cáncer en nuestro país, apoyando, además, a aquellas familias que luchan por el bienestar de sus hijas e hijos.
Tras su dura experiencia Zubieta no se detuvo y comenzó a idear cómo ayudar a aquellas madres y padres que no habían tenido las mismas oportunidades que ella y su marido. “Yo pensaba en la realidad de los niños con cáncer en Chile y cómo las familias de más bajos ingresos podrían acceder a una atención de calidad como la que nosotros tuvimos en Memphis”, relata.
Según cifras del Ministerio de Salud, cada año se diagnostican 500 casos nuevos de cáncer infantil en Chile, aproximadamente, siendo alrededor del 85% de ellos atendidos en los servicios públicos de salud. Si bien algunos de los tratamientos médicos están cubiertos por el Estado, la calidad de vida y mejora de las y los niños con cáncer dependen también de factores emocionales, financieros, sociales, físicos, espirituales, entre otros.
“Es muy injusto que los niños de nuestro país, especialmente de escasos recursos, estuvieran en desventaja comparativa con el tratamiento que podía recibir mi hija”, afirma la pediatra, quien además, a través de la fundación, entrega herramientas de inclusión en la sociedad, el apoyo y contención a las y los pacientes y sus familias.
Con ayuda del Hospital Exequiel González, se comprometió a trabajar por esos niños, niñas y adolescentes, logrando separar, en 1991, a los niños inmunocomprometidos con cáncer de los pacientes comunes en la sala de espera del hospital.
Así partió lo que en la actualidad es la Fundación Nuestros Hijos, que se ha convertido en un actor clave para el apoyo de quienes sufren de cáncer infantil y sus familias, y lo que también, llevó a Marcela Zubieta a ser reconocida en 2018 por la Fundación Mujer Impacta.
Al día de hoy, la fundación cuenta con tres casas, las que pueden recibir a un total de 30 familias que contarán con traslado, estadía, alimentación, ropa, acompañamiento, capacitaciones y apoyo psicológico y social.
“Desde hace 30 años trabajo para mejorar la expectativa de sobrevida de los niños con cáncer en nuestro país”, comenta la presidenta de la organización. “Esos niños merecen vivir lo mejor posible hasta su último día de vida”.
