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Gaslighting: la manipulación invisible que erosiona la realidad y pone en riesgo la salud mental BRAGA Créditos: El Mostrador.

Gaslighting: la manipulación invisible que erosiona la realidad y pone en riesgo la salud mental

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El gaslighting, una forma de abuso emocional que distorsiona la percepción y mina la autoestima, se extiende desde las relaciones íntimas hasta ámbitos laborales y sociales. Expertos advierten que sus efectos como ansiedad, trauma y dependencia, pueden durar años y escalar hacia violencia más grave.


El gaslighting, una forma de manipulación psicológica que induce a las personas a dudar de su percepción, memoria e incluso de su propia cordura, puede generar efectos devastadores con el tiempo, entre ellos ansiedad, depresión y traumas profundos. Según Medical News Today, este tipo de abuso no solo aparece en relaciones íntimas, sino también en espacios laborales, sociales y culturales, donde suele impactar con mayor fuerza a grupos vulnerables.

El término proviene de la película de 1944 Gaslight, donde un hombre manipula sistemáticamente a su esposa para hacerle creer que está perdiendo la razón. Ese ejemplo cinematográfico se convirtió en un referente para explicar cómo esta práctica puede despojar a las víctimas de su autonomía y deteriorar su confianza personal.

Las tácticas de gaslighting suelen ser sutiles, pero persistentes. Frases como “eso nunca pasó”, “eres demasiado sensible” o “te lo estás imaginando” buscan sembrar duda y confusión, erosionando lentamente la percepción de la realidad de la víctima. Con el tiempo, esta manipulación constante puede llevar a la persona a depender emocionalmente del abusador e incluso a creer que tiene un problema de salud mental, lo que dificulta romper con el ciclo de abuso.

Esta práctica también opera en niveles más amplios. Medical News Today describe fenómenos como el gaslighting racial, que deslegitima denuncias de discriminación al presentar a quienes las realizan como irracionales o paranoicos. Algo similar ocurre con algunas poblaciones migrantes, cuando se les engaña respecto de sus derechos o se emplean amenazas para generar miedo y sumisión.

Los efectos pueden ser profundos. Según Psicología y Mente, “el gaslighting hace que la víctima dude sobre su memoria, sobre su capacidad de raciocinio e incluso sobre su salud mental”. Esa erosión constante puede derivar en la caída de la autoestima, una dependencia emocional creciente y síntomas severos. La misma fuente advierte que los efectos del gaslighting pueden derivar en “trauma, ansiedad y depresión”.

En relaciones de pareja, el gaslighting suele formar parte de un patrón más amplio de control coercitivo, donde el manipulador busca aislar a la víctima, desestabilizarla emocionalmente y mantenerla bajo su influencia. En estos casos, el abuso emocional puede ser una antesala de agresiones más graves. Tal como advierte Medical News Today, “el abuso emocional a menudo escala hacia el abuso físico”.

Cómo detectar el gaslighting y qué hacer para romper su ciclo de abuso emocional

Identificarlo puede ser difícil, especialmente cuando la manipulación es constante y progresiva. La psicóloga Robin Stern, citada por Psicología y Mente, detalla algunas señales frecuentes: la persona comienza a cuestionar sus propias ideas y acciones, se siente excesivamente sensible o paranoica, se disculpa de manera habitual aun sin motivo, evita ciertos temas para no ser juzgada y termina justificando ante otros el comportamiento de su pareja o jefe.

Los especialistas coinciden en varias recomendaciones para quienes sospechan estar viviendo esta forma de abuso: confiar en la intuición, evitar buscar la aprobación del manipulador, recordar que los propios pensamientos y emociones no requieren validación, mantener límites claros y buscar apoyo social o profesional, ya sea con personas cercanas o con un terapeuta especializado.

Comprender el fenómeno es un paso fundamental para desactivarlo. Como concluye Medical News Today, el gaslighting “puede durar años o décadas antes de que la víctima se dé cuenta de lo que está ocurriendo”. Por eso, acceder a información confiable y reconocer los signos tempranos puede marcar la diferencia entre permanecer atrapado en una relación abusiva o recuperar la autonomía emocional y la claridad sobre la propia vida.

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