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Créditos: El Mostrador.
Embarazo subrogado: ética, derechos y polémica que divide a legisladores y sociedad
El embarazo subrogado se ha convertido en un tema global que enfrenta regulaciones diversas, debates éticos y derechos reproductivos, mientras celebridades visibilizan la práctica y amplían la discusión sobre maternidad y paternidad.
El embarazo subrogado es un método de reproducción asistida en el que una mujer, llamada gestante o madre subrogada, lleva en su vientre a un bebé que no comparte su carga genética, con el fin de entregarlo a otra persona o pareja que será su progenitor legal. En los últimos años, esta práctica ha generado intensa polémica a nivel internacional, dividiendo a legisladores, bioeticistas, movimientos feministas y a la opinión pública.
Sus defensores sostienen que la subrogación ofrece una oportunidad real de maternidad y paternidad a quienes no pueden gestar, ya sea por problemas de salud, infertilidad o por ser parejas del mismo sexo. En países con regulación estricta, se protege la libre voluntad de la gestante y se establecen contratos claros que delimitan derechos y obligaciones de todas las partes implicadas.
No obstante, el debate ético y social sigue abierto. Los críticos advierten sobre los riesgos de explotación y mercantilización del cuerpo femenino, especialmente en contextos donde las leyes son laxas o inexistentes. Se cuestiona si es legítimo “alquilar” la capacidad reproductiva y qué implicaciones tiene para los derechos del niño, cuya protección debe ser prioritaria. La evidencia muestra que, sin regulación, algunas gestantes pueden verse en situación de vulnerabilidad económica o presión social.
El debate global sobre la gestación subrogada
Las legislaciones sobre subrogación varían ampliamente. Algunos países, como Alemania, Francia y España, prohíben cualquier forma de subrogación. Otros, como Canadá o Reino Unido, permiten solo la subrogación altruista, donde no existe remuneración económica más allá de gastos razonables. En Estados Unidos y algunos estados mexicanos y latinoamericanos, se permite la subrogación comercial bajo ciertas condiciones, lo que ha convertido a estos territorios en destinos internacionales para quienes buscan este método.
Las celebridades han contribuido a visibilizar la práctica y a instalar el debate en la esfera pública. Kim Kardashian, Nicole Kidman, Sarah Jessica Parker y Naomi Campbell han recurrido a gestantes por razones médicas o personales. En Latinoamérica, Ricky Martin abrió el camino para familias homoparentales, y recientemente figuras como Priyanka Chopra y Nick Jonas también hicieron público el nacimiento de sus hijos vía subrogación. Estos casos ponen de relieve la posibilidad de formar una familia incluso cuando el embarazo natural no es viable, pero también generan críticas por normalizar un modelo que en otros contextos puede derivar en desigualdad y explotación.
El embarazo subrogado sigue siendo un tema polarizante: combina avances médicos, derechos reproductivos, debates sobre género y ética, y diferencias legales entre países. Mientras la demanda global continúa creciendo, el desafío para legisladores y sociedad es definir límites claros que protejan tanto a las gestantes como a los menores, garantizando que la subrogación se practique de manera segura, voluntaria y ética.