CULTURA
Se trata de «Entretelon», de la actriz Adelaida Loyer, que aborda 40 piezas teatrales como “Carta apócrifa de Pinochet”, de Paul Hernández, y “Cartas de amor y desamor”, de la cantaora Caro Fernández. El objetivo es «investigar, conocer y mostrar, encontrarnos con trabajos que han ido pasando, que además de ser una creación, son un relato, una historia, una denuncia, atesoran un registro, la memoria, la psiquis y su emocionalidad», explica.
Un podcast que busca resaltar la musicalización qué hay detrás de las obras teatrales ha lanzado la actriz Adelaida Loyer.
Se trata de «Entretelon», que aborda 40 piezas teatrales como “Carta apócrifa de Pinochet”, de Paul Hernández, y “Cartas de amor y desamor”, de la cantaora Caro Fernández.
El objetivo es «investigar, conocer y mostrar, encontrarnos con trabajos que han ido pasando, que además de ser una creación, son un relato, una historia, una denuncia, atesoran un registro, la memoria, la psiquis y su emocionalidad», explica Loyer.
«Intentamos dar visibilidad del arte del teatro en medios de comunicación, como lo es la radio, para dar a conocer la gran labor que hay tras el arte, la relevante participación del arte en el desarrollo cultural de una comunidad y quizás, despertar el interés de quienes no se acercan al teatro por diferentes motivos».
Loyer se acercó al teatro a través de los títeres, en México, con Mónica Hoth y Leopoldo Estrada a fines de los 90, en Valparaíso con Teatro Escuela La Matriz a comienzos de los 2000 y actualmente con la fundación OANI.
Siempre le interesó «conocer y aprender, recorrer transversalmente la historia a través del arte, la visión política y social que tiene el teatro, de la vida que tienen que llevar artistas para poder dedicarse a perseverar en sus disciplinas».
En el año 2003 lleguó a radio Valentín Letelier de la Universidad de Valparaíso, con una propuesta de difusión de cartelera y promoción de actividades escénicas.
«Cómo podía, en la radio, mostrar más de las obras, invitando a personajes vinculados a las creaciones de los montajes, dramaturgia, escenario, dirección, pero también la composición musical, y esto, la creación musical, me pareció de una relevancia inconmensurable, los instrumentos que se emplean, las letras si es que hay canciones, el universo sonoro que completa una pieza teatral. Las entrevistas y conversaciones, grabadas en el estudio, fueron acompañadas muchas veces con los instrumentos que traían los artistas, o el registro en cd», recuerda.
Ahora, después de quince años, gracias a un fondo público, logró retomar la realización de este proyecto, ahora junto a Ronald Smith, «recolector de músicas y sonidos, lleno de experiencias, conocimiento y de viajes musicales en el tiempo».
«Él edita según los momentos históricos, las tendencias artísticas y su relación con la música. Reinventamos el proyecto, ya que la cartelera regional se detiene debido a la contingencia. Me sumé a sus recorridos sin pasaporte, generando así un espacio para la memoria y el registro, a través de la revisión de obras de teatro y sus bandas sonoras».
Loyer explica que se quiso centrar en la musicalización «para poder escuchar las creaciones de las obras que difícilmente vuelven a presentarse. Escuchar, registrar y luego, poder montar para mostrar. Dar visibilidad y reconocimiento en un medio de comunicación, que se valore la labor artística y como en la radio no podía emitir imágenes, y el teatro es muy visual».
«Me preguntaba cómo poder transmitir a la audiencia algo que sucede en el presente, pero que solo puede suceder y existir en el presente. El teatro es así, sucede en la ‘presentación’ y se completa con su público, es en esta pregunta donde hallo, en la frecuencia de la composición de la música, una sonoridad que permanece, que se hace universal pues el sonido perdura en una frecuencia, en una amplitud… y es transversal a lo efímero que tiene el teatro, a lo efímera que es la vida. Creo que la música siempre ha sido la gran compañera de todas las culturas y de la mayoría de las personas, de la mano de su par, el silencio, y así nos hemos encontrado en este tiempo, en silencio».
Como este este es un proyecto regional de promoción y difusión, la selección se vincula la escena regional. Un ejemplo es Nelson Rojas, el director musical del Teatro del Silencio, que habita en el Valle de La Ligua, así como compañías de otros lugares han venido a la región a realizar espectáculos y residencias.
«Intentamos dar visibilidad también a las mujeres, creadoras y compositoras, que han ido abriendo caminos en la escena musical teatral y también en la danza», comenta Loyer.
Una de sus anécdotas ocurrió cuando se abrió la cuarentena en Santiago. «Partí al estudio de (el músico) Cuti Aste con mi PC, porque él tenía la música de (la obra) ‘Popol Vuh’ en un CD y no tenía cómo grabarla para mandarla. Eso fue uno de los mejores registros que pude conseguir».
Entre otros de los hallazgos está poder conocer el proceso de creación del colectivo Las Tesis de Valparaíso, reconocidas en todo el mundo por su creación «Un violador en tu camino».
«Todo lo que hay detrás de la creación musical que acompaña a ese gran hito que hoy es parte de la historia que se está escribiendo, no solamente en nuestra región, sino también en nuestro país», concluye.
