CULTURA
La escritora y columnista política más influyente en Turquía, Ece Temelkuran, expondrá este domingo sobre los peligros de la derecha nacionalista. «El nacionalismo es uno de las herramientas políticas que la derecha populista usa frecuentemente. Y además le habla a las decepciones de las masas. El capitalismo y la globalización no cumple sus promesas y la derecha populista erróneamente le promete a las masas la cura del problema a través del nacionalismo. Es una de las herramientas políticas más convenientes que están usando hoy día los lideres populistas», advierte.
Una advertencia sobre los peligros del populismo de derecha realiza Ece Temelkuran, la escritora y columnista política más influyente en Turquía, que expondrá este domingo en el festival Puerto de Ideas, en su último día.
En un diálogo con el escritor Arturo Fontaine, Temelkuran expondrá sobre el tema «De la democracia a la dictadura en siete pasos», donde relatará entre otros cómo vivió el fallido golpe de Estado contra el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en 2016. Será a las 16:30 horas con una transmisión online.
Para ella, en el caso turco la situación fue consecuencia de un proceso en el cual el populismo y el nacionalismo corroyeron el sistema y derivaron en autoritarismo, algo que también ocurre en diferentes lugares del mundo, ante lo cual ofrece un manual de resistencia contra fascismos, populismos nacionalismos y tentaciones dictatoriales de los gobiernos.
Una de los debates actuales es si hay similitudes entre el populismo y nacionalismo en Turquía con otros en el resto del mundo.
«Hay siete patrones en el mundo cuando hablamos del aumento del populismo de derecha. Uno de los más importantes y que creo que muy relevante para Chile actualmente es que figuras políticas entran en la escena política argumentando que están más allá de la ‘política sucia’ y que viene a ser la voz de la gente real», comenta.
Añade que imaginar esos espacios “limpios” fuera de la política es muy peligroso para las democracias, «pero vemos que las masas caen en estas mentiras frecuentemente».
La periodista define el populismo como la movilización de ignorancia organizada con el objetivo de manipular a las masas para que hagan elecciones políticas en contra de sus propios intereses.
«Esto es venenoso para la democracia porque lo primero que hace la derecha populista cuando llega al poder es desmantelar los procesos democráticos para quedarse en el poder», alerta.
En cuanto a la discusión sobre los límites de la libertad de expresión y las expresiones intolerantes y violentas, ella advierte que no hay intersección entre estos conceptos.
«Esta confusión deriva de malas definiciones de libertad. Libertad sin responsabilidad política no puede ser considerada libertad», asegura.
En cuanto al auge de la extrema derecha en el mundo, con personajes como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Eric Zemmour y José Antonio Kast, la periodista no tiene dudas de que hay un vínculo con el nacionalismo.
«El nacionalismo es uno de las herramientas políticas que la derecha populista usa frecuentemente. Y además le habla a las decepciones de las masas. El capitalismo y la globalización no cumple sus promesas y la derecha populista erróneamente le promete a las masas la cura del problema a través del nacionalismo. Es una de las herramientas políticas más convenientes que están usando hoy día los líderes populistas», señala.
En este contexto, ¿cuál es el papel del periodismo?
«En el mundo de la post verdad es una pregunta difícil», responde. «Un buffet de alternativas no hace que el trabajo sea fácil. Además con el deterioro de las democracias en todo el mundo, los medios se deterioran con ellas», advierte.
«Estamos viviendo en un planeta donde no ninguna democracia es lo suficientemente poderosa para regular Facebook, y esto habla mucho sobre los desafíos para el periodismo en el siglo XXI. Sin embargo, elijo creer que la verdad y por ende el periodismo tiene un impacto en las sociedades. Creo que los periodistas se van a transformar en gladiadores en esta nueva arena digital de la comunicación. Van a tener que pelear por sus vidas mientras intentan defender la verdad», concluye.
