Cuequero Lucho Castillo: «Potenciar nuestro folclor es darle mayor fuerza a nuestras raíces»

El contenido temático y el aspecto lírico es fundamental al momento de reconocer una buena cueca. Pese a que posee un esquema formal y una estructura rígida, su poesía puede hablar de diversas situaciones comunes, como el amor romántico, el amor a nuestras raíces, el orgullo de ser cantor, la astucia del roto pillo, así como de la temática que alcance la imaginación, siempre con gran ingenio, pues la historia se debe contar de manera acotada, respetando su métrica.

La cueca, en su estilo citadino, integra escalas musicales variadas: con la utilización de varias notas o mezclando tonos menores con mayores, en cambio en su versión más campesina posee menos notas y melodías más simples. A pesar de que en el presente haya un sonido más sofisticado, tanto en la interpretación como en las mismas grabaciones que se realizan, es innegable que entre ayer y hoy, la raíz de la Cueca Chilena se transmite en ese sonido rústico que cautiva, el que se ha mantenido en el tiempo por poseer esa chispa y picardía innata de su forma y del espíritu del pueblo.

En el transcurso de la historia cuequera, los músicos que la cultivan siguen conservando esa gran pasión de componer cueca respetando su rústico estilo. Hoy, la cueca se vive de manera muy similar, por ejemplo en las ruedas de cantores en Plaza Brasil, donde asiste la juventud en el presente, y se reúnen con el afán de disfrutar de la cueca, como lo hicieran los viejos cantores en su época de oro.

Lucho Castillo, músico de trayectoria en el ambiente cuequero, uno de los fundadores de los grupos Los Tricolores y fundador de Los Piolas del Lote, comenta que su inspiración a la hora de enfrentarse a la escritura de la cueca es intentar que los personajes, los diversos escenarios enfrentados y paisajes del país, queden retratados en ellas, buscando transmitir en cada una de sus letras la cultura y riqueza de nuestras raíces.

En diciembre de 2021, el autor estrenó su segundo disco como solista en el folclore, cuyo álbum fue llamado “De Clavel en la Oreja, allá viene”, el cual contiene solo cuecas originales, escritas y compuestas por él mismo, cuyas letras hablan de situaciones comunes propias de la vida, como el amor en sus diferentes formas, la picardía del roto pillo, así como pequeños detalles que a más de uno le resultará familiar.

– ¿Qué caracteriza y diferencia a la cueca chilena de otros estilos folclóricos?

– La característica más clara y determinante que posee la cueca chilena frente a otros estilos folclóricos, es la rigidez y precisión en su escritura, es que en esa rígida precisión debe contarse una historia de manera magistral, bajo una métrica que categóricamente no permite errores.

A esto, le sumamos el hermoso desafío de que una buena letra se merece una melodía a su altura. Cómo decía don Hernán “Nano” Nuñez  “La cueca no es pa’ giles”.

– ¿Qué buscas reflejar en tus cuecas?

– A través de la cueca busco reflejar experiencias, sentimientos y emociones que son testimonio de lo que he podido vivir y sentir en diferentes momentos de mi vida, por eso mis cuecas nacen de manera espontánea, en el instante preciso en que aflora un sentimiento.

Cuando se escribe de la realidad, sin duda se comparten experiencias parecidas a la propia, como un diario de vida. Es entonces donde las letras de las canciones toman sentido y comienzan a volar. Las cuecas definitivamente han sido mi más cercana forma de sacar a la luz mi espíritu, y sé que hay quienes se identifican con ellas, por eso “De inventar no se trata, es lograr expresar”.

– ¿Cuál crees que es la importancia de potenciar esta música?

– Potenciar nuestro folclor es darle mayor fuerza a nuestras raíces, es volver a identificarnos con nuestros orígenes, es brindar los cuidados que aquel árbol llamado identidad necesita para que no se pudra y no lo derriben simples vientos que pasan. Es por esto que la respuesta a esta pregunta es tan clara como beber agua para poder seguir viviendo.

Pueden pasar mil modas musicales por nuestra tierra, pero somos nosotros quienes debemos hacer que nuestra raíz no se debilite, sino por el contrario, que cada día se vaya enriqueciendo y fortaleciendo.

Tenemos una riqueza maravillosa en nuestro folclore y me siento con el deber de aportar y cultivar el respeto que nuestra cueca chilena se merece. Debemos dejar de normalizar que solo para fiestas patrias se le de tribuna a nuestras raíces, cuando debería estar todo el tiempo presente y con la clase que tenemos que darle quienes nos llamamos folcloristas, si no mejor no digamos serlo.

– ¿Crees que la cueca chilena ha evolucionado? ¿De qué manera?

– Sin duda que ha evolucionado, se ve cómo ha florecido una linda diversidad de exponentes, con diferentes formas en su interpretación, se ha coloreado de conjuntos cuequeros y cuequeras, con diferentes tipos de formaciones, que le han dado nuevos y lindos aires a la Cueca Chilena. Como señalaban los viejos cantores, se nace admirando esto, para luego forjar un propio estilo, siempre respetando su base, aportando con nuevas letras y melodías. Por ello, creo que ha evolucionado de manera linda, a partir de la admiración por la vieja escuela de cuequeros que, aunque ya casi han desaparecido, nos dejaron un gran legado.

– ¿Cómo conservar las raíces de la cueca pese a su evolución?

– Con el simple hecho de escribir bajo su forma tan particular, ya vamos conservando su raíz.

Por mi parte, siento que al buscar motivos con carisma, con la efervescencia de lo típico nuestro, con temáticas que resalten nuestras costumbres, hacen sacar a la luz la choreza que tenemos del roto chileno.

Nuestras costumbres, dichos, la viveza que tenemos, entre tanta riqueza especial que tiene nuestra gente, reflejada en la cueca chilena, hará que no se pierda su esencia de la mano de la evolución que vaya teniendo.

– ¿Qué tan importante es que se creen espacios para impulsar la cueca?

– Los espacios para nuestras raíces siempre son importantes y muy necesarios, ojalá sigan surgiendo espacios destinados a la cueca, pues es ahí donde nacerán historias y nuevos exponentes. Además permiten mantenerla viva, otorgando un lugar para que la gente goce con su canto y baile.

También creo que tenemos que luchar por los espacios que ya existen y llevan tiempo abiertos a la cueca, para que no decaigan y terminen desapareciendo, como tantos lugares que albergaron parte de nuestra historia, desde la cueca chilena hasta nuestra música popular, ya casi sin espacio. Cuánta picada ya desapareció por un comercio devorador y extremadamente grosero.

– ¿Qué proyecciones tienes a futuro con tu música?

– Mi mayor anhelo es poder llevar mi música a distintos lugares de Chile y con ello poder brindarle a mi gente querida, la posibilidad de disfrutar de un trabajo hecho con el mayor respeto y cariño por lo nuestro. También demostrarle, a quienes suelen mirar a la música folclórica como algo vano, que ningún escenario le queda grande a nuestro folclor, que la cueca chilena, posee una riqueza hermosa, que a punta de guitarra, pandero, acordeón y piano puede pararse de aquí a la China en el escenario que sea, logrando siempre conquistar a quienes puedan escucharla.