CULTURA
Gabriela Valdés, residente en el país trasandino desde 2015, fue destacada por su libro «Cuidado con el coco». «A partir de un humor ácido se despliegan críticas al mundo en el que vivimos: la rutina laboral, la cotidianidad asfixiante, el aburrimiento, la vacuidad de las redes sociales. Un mundo que podría imaginarse en tonalidades grisáceas. Sin embargo, los dibujos evidencian una explosión del color y una línea con mucha frescura que en múltiples ocasiones revitaliza o contrapesa aquello que sucede a nivel argumental», señaló el sitio Indiehoy.
La obra de una ilustradora chilena ha sido elegida entre los 10 mejores comics de Argentina por el sitio Indiehoy.com.
Se trata de Gabriela Valdés, conocida artísticamente como Gabi Coco, residente en el país trasandino desde 2015, quien fue destacada por su libro Cuidado con el coco (2022, Editorial Paradojas).
«El libro recopila dibujos que Gabi Coco creó en distintas épocas. A lo largo de sus páginas nos encontraremos con héroes melancólicos, a veces resignados, siempre propensos al sarcasmo, en algunos casos sumergidos en preguntas y cuestionamientos existencialistas», señaló el sitio.
«A partir de un humor ácido se despliegan críticas al mundo en el que vivimos: la rutina laboral, la cotidianidad asfixiante, el aburrimiento, la vacuidad de las redes sociales. Un mundo que podría imaginarse en tonalidades grisáceas. Sin embargo, los dibujos evidencian una explosión del color y una línea con mucha frescura que en múltiples ocasiones revitaliza o contrapesa aquello que sucede a nivel argumental».
«Me puse contenta de que me consideren dentro del cómic argentino. Pasa que en general hay mucho nacionalismo con esas cosas, tanto en Chile como en Argentina, mucho orgullo del tipo ‘cómic argentino’ o ‘cómic chileno’, donde muchos autores inmigrantes quedan fuera por no ser del país que los convoca. Yo si bien soy chilena y viví –hasta ahora– la mayor parte de mi vida en Chile, considero que la obra que genero en Argentina tiene influencia argentina, me influencio de su cultura, de sus autores, de su narrativa, por ende, me parece que está bien que no me hayan discriminado por ser de otro país», comenta la artista.
El libro Cuidado con el coco cuenta con un prólogo de la dibujante, ilustradora e historietista argentina Paula Sosa Holt.
«El título de este libro no es para tomárselo a la ligera: hay una advertencia (o una amenaza). En estas historias no se debe entrar distraídx, porque en un instante de descuido… ¡paf! Criaturas y monstruos se presentan con una sonrisa hermosa que no pueden mantener demasiado tiempo sin que se les empiece a notar lo forzado, la oscuridad, los miedos y las frustraciones. En apariencia son agradables, pero en el plano detalle se ven los gusanos por los que están conformados. Atentx, lectorx, quizás comiences a reír y no puedas parar nunca de hacerlo», señala allí Sosa Holt.
La propia Valdés caracteriza su obra como una mezcla de algo dulce e inocente con algo oscuro y retorcido.
«Me gusta hacer personajes que no sean completamente humanoides, tipo animales, criaturas, todo con una estética amable, colorcitos lindos, caritas tiernas pero con un contenido existencialista, por momentos tétrico. Con un toque mágico y fantástico, algo así como problemas cotidianos pero desde otra realidad, otro universo, uno mágico donde las personas se visten de payaso y los muebles tienen vida», comenta.
Consultada sobre los temas que le interesan, Valdés responde que desea reflejar «lo que yo siento y pienso, sobre el mundo en que vivimos, sobre las contradicciones humanas, muchas veces busco un tono sarcástico y gracioso para expresar conflictos y descontentos».
«Me gusta tratar de llevar mis tiras a la reflexión, que te inviten a cuestionarte tus propias dudas, inseguridades y tormentos», remata.
Sus influencias son variadas: Quino («Mafalda»), Hayao Miyazaki (especialmente la cinta El viaje de Chihiro), el comic Vapor de Max y las ilustraciones de los años 90 como Ren y Stimpy, La vida moderna de Rocko, Las chicas superpoderosas…
Además menciona a autores como Paul Auster (particularmente La trilogía de Nueva York), Haruki Murakami (su favorito es Crónica del pájaro que da cuerda al mundo) y José Saramago (El hombre duplicado y Ceguera). También artistas del terror japonés como Junji Ito y Shintaro Kago.
«También mirar imágenes de alquimia y el tarot. Mi mamá y mi abuela siempre estuvieron vinculadas con el tarot y el I Ching, lo que me influenció a mí. Los videojuegos también me han influenciado, como el Zelda, Kirby. El cómic Blacksad de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Y autores que conocí por redes, como Alexis Nolla, Artichokat, Min Heo, entre otros».
Valdés relata que se fue de Chile a mediados del 2015.
«Pienso que son muchas las cosas que te hacen moverte a otro país, en mi caso una mezcla de traumas y sentirme profundamente conmovida con otra cultura. En Argentina hay mucha movida de cómic independiente, es un circuito activo donde están ocurriendo cosas todo el tiempo, muchas editoriales especializadas, festivales, ferias, instancias para compartir con otros autores. He ido conociendo mucha gente buena onda, amante del cómic y dispuesta a hacer cosas, juntadas de dibujo, organizar muestras, viajes a festivales, etc. Eso me mantiene motivada y es algo que en Chile me costó más encontrar», revela.
«La historieta es una disciplina poco valorada dentro de las artes, dentro de la sociedad en general, que te lleva mucho tiempo hacer y que cuesta mucho vender, o sea, no tiene sentido dentro de este sistema donde hay que producir solo para generar plata, y si en ese sin sentido encima estás solo, cuesta mucho más. Rodearme de gente que está en la misma que yo y es hasta más profesional y con más carrera, me ayuda a encontrarle el sentido y mantener la motivación. Me atrevería a decir que es un estilo de vida donde en Argentina me resulta más fácil, cómodo y natural llevarlo», remata.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
«En julio la editorial Mafia me edita un cómic de 20 páginas que está en proceso. Además estoy hace unos años haciendo una novela gráfica, de la cual llevo dibujados los dos primeros capítulos. Durante el 2022 pensé en abandonar, pero después de dejarla descansar por un año entero, concluí que debo retomar, hay mucho trabajo ahí, desde la trama, el universo en el que habitan los personajes, y los personajes, abordo temas tanto emocionales como críticas con mucho sarcasmo al sistema. Quedan un par de años para que vea la luz».
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