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¿Qué es lo que se cae a pedazos? CULTURA|OPINIÓN Crédito: Cedida

¿Qué es lo que se cae a pedazos?

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Isidora Illanes Ramírez
Por : Isidora Illanes Ramírez Profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Magíster (c) en lingüística de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Licenciada en letras hispánicas con mención en lingüística y literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
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Lo importante es que se entienda que las metáforas no capturan la complejidad de los fenómenos, y que cabe desconfiar de un candidato que defina a Chile a través de una representación parcial de la realidad.


“Chile se cae a pedazos” fue la alarmante declaración del candidato José Antonio Kast que se ha convertido en una muletilla recurrente en un sector político. La veracidad de la afirmación se la dejamos a los economistas, quienes en los últimos días se han esforzado en desacreditarla o respaldarla.

Por nuestra parte, los lingüistas podemos analizar la composición de la metáfora que usa el ultraderechista, porque sí, las metáforas no solo pertenecen a los poemas y canciones, son usadas por los hablantes a diario para describir experiencias abstractas en términos de experiencias simples.

Por ejemplo, fuera de la cuña en discusión, la expresión “se cae a pedazos”, ¿en qué contexto es utilizada por los chilenos?, al hablar de una edificación, de una casa, de manera que se expresa la complejidad del estado actual del país en términos de la vivencia cotidiana de habitar una casa.

A nivel lingüístico, las metáforas nos ayudan a entender experiencias abstractas a través de experiencias más concretas, por ejemplo, entender la complejidad del tiempo a través de la materialidad del dinero: “el tiempo es dinero”.

El asunto es que en ese tránsito se seleccionan rasgos bien específicos del ámbito abstracto, en el caso del ejemplo, solo se seleccionan aquellos aspectos del tiempo que lo hacen coincidir con el dinero, su carácter contable, la capacidad de invertir, de gastar, o de desaprovechar; pero ignora otros aspectos que desestabilizan la comparación, por ejemplo la relatividad del tiempo.

En el caso de “Chile se cae a pedazos”, la metáfora sólo selecciona los rasgos deficientes del país, pero ignora o desprecia todos los rasgos que desacreditan la relación entre Chile y una casa que se cae a pedazos. Se ignora que de hecho se presenta una tendencia decreciente en la tasa de homicidios desde 2022, que el PIB (no minero) ha crecido un 2,6% en el tercer trimestre, entre otros elementos que no coinciden con la imagen de la casa desbaratada.

De manera que, cuando se habla de que Chile “se cae a pedazos”, al receptor no le es difícil encontrar ejemplos en su propia experiencia, básicamente al que le quede el poncho, que se lo ponga. Este fenómeno ha sido estudiado y se denomina el sesgo del observador, donde básicamente, si se espera que algo sea de una determinada manera, se buscarán argumentos que lo respalden y se ignorarán todos los que contradigan la creencia inicial.

Así, se genera una imagen que exacerba algunos rasgos e ignora otros, y lo peligroso en ello es que los discursos replican estas caricaturas con fines argumentativos. Entonces José Antonio Kast usa esta metáfora, que selecciona solo una parte de la verdad, para incidir en la decisión del electorado.

Todo esto no quita que a los ciudadanos no les fue difícil encontrar elementos en Chile que se asemejen a una casa que se cae a pedazos, es decir, que para una gran parte del país esta narrativa hace sentido. La crítica entonces no está dirigida al desempeño del gobierno de turno, sino puntualmente a los equipos comunicacionales que han fallado en transmitirle estabilidad a las personas, que han fallado en hacerle buena propaganda a la casa, de destacar las mejoras y cambios que ha adquirido en los últimos cuatro años.

Por eso la gente cuando escucha que Chile se cae a pedazos, se lo imagina, busca argumentos que respalden esta afirmación (ignora aquellos que la refutan) y finalmente lo cree; y cuando esta afirmación viene de un candidato a la presidencia, la creencia de que Chile se cae a pedazos incide en el voto de las personas.

Lo importante es que se entienda que las metáforas no capturan la complejidad de los fenómenos, y que cabe desconfiar de un candidato que defina a Chile a través de una representación parcial de la realidad.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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