Chile superó 3-2 a Estados Unidos en Rancagua, en duelo de fogueo que pretendía ver en acción a una serie de rostros nuevos, en pos del anhelado recambio en la “Roja”. Pero al término del amistoso, la conclusión favoreció a nombres conocidos y probados: Marco Medel, Roberto Gutiérrez y Mark González.
Si la idea del técnico Jorge Sampaoli era ver alternativas para un equipo consolidado, el experimento resultó solamente a medias. Si era ver opciones para la Copa América, la apuesta fue bastante mejor.
El veloz conjunto estadounidense, con una mezcla de afianzados, mundialistas y algunos Sub 23, desnudó -sobre todo en la primera mitad- todas las falencias que ofrece habitualmente el equipo de Sampaoli: descuido de las bandas, escasa reacción de los volantes de contención en las coberturas y un par de centrales perdidos en el espacio.
El tempranero gol de Shea (6 minutos), filtrado a las espaldas de Gonzalo Espinoza, fue apenas el preámbulo de lo que ocurriría en el segundo gol “gringo”, cuando entre Yedlin y Diskerud dibujaron frente a una defensa “plantada” para que Altidore definiese con un derechazo cruzado (31’).
Lo de Chile en el primer tiempo habría sido muy pobre si no hubiese sido por la presión que permitió recuperar varios balones, y por el empuje y las ganas de varios: Espinoza, con mucha personalidad y toques de distinción de su buen fútbol, los desplazamientos de Diego Valdés y los aciertos de Mark González y Gutiérrez, quienes precisamente bordaron el empate con un centro medido y un frentazo cruzado (10’).
De los demás debutantes, poco que agregar: Juan Cornejo cruzó a cuentagotas la mitad de la cancha y tuvo problemas con la rapidez de Yedlin y Shea; Erick Pulgar se afirmó sólo en el segundo lapso, cuando el control de la pelota pasó casi siempre por pies chilenos. Y Bryan Carrasco mostró empuje y coraje… y poquito más.
Cuando se juegan amistosos, sobre todo en casa, es difícil aquilatar la importancia de un buen resultado. Si se gana, se espera que el marcador sea amplio y que el equipo juegue bien. Esta vez los números fueron estrechos, y el buen fútbol, escaso.
Al menos permitió “rescatar” a Mark González, autor en sociedad con Medel de los dos tantos de la segunda parte (a los 66 y 75 minutos) y figura destacada por su entrega, buen disparo, velocidad y alternativa válida de cabezazo.
Y también saber que en la mente de Sampaoli al menos existe la opción incluir en cancha a un centrodelantero clásico, como Gutiérrez. Algo que hace muchos partidos parecía definitivamente desterrado.
Pormenores
Estadio: El Teniente.
Público: 12 mil espectadores, aproximadamente.
Árbitro: Patricio Loustau (Argentina).
Chile (3): Johnny Herrera; Osvaldo González, José Rojas, Juan Cornejo; Gonzalo Espinoza (71’ Gonzalo Fierro), Erick Pulgar, Diego Valdés (59’ Juan Delgado) y Marco Medel (79’ Paulo Díaz); Bryan Carrasco, Roberto Gutiérrez (89’ Andrés Vilches) y Mark González (88’ Ángelo Sagal). DT: Jorge Sampaoli.
Estados Unidos (2): Nick Rimando; Steve Birnbaum, Jermaine Jones y Matt Besler; DeAndre Yedlin, Mix Diskerud (59’ Wil Trapp) y Brek Shea; Michael Bradley y Clint Dempsey (68’ Gyasi Zardes); Bobby Shou Wood (46’ Lee Nguyen) y Jozy Altidore (75’ Chris Wondolowski). DT: Jurgen Klinsmann.
Goles: 0-1: 6’, Shea, 1-1: 10’, Gutiérrez (cabezazo), 1-2: 31’, Altidore, 2-2: 66’, Mark González; 3-2: 75’, Mark González.
Tarjetas amarillas: Chile: José Rojas. EEUU: Jones, Bradley, Shea, Wood, Besler y Nguyen.
