Abogado Roberto Garretón Merino obtiene el Premio Nacional de Derechos Humanos 2020

Este lunes, Roberto Garretón Merino, abogado quien fuera jefe del Área Jurídica de la Vicaría de la Solidaridad, dedicada a la defensa de perseguidos políticos durante la dictadura, fue galardonado con el Premio Nacional de Derechos Humanos.

A través de la cuenta de Twitter oficial del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), se informó que el Consejo del organismo premió a Garretón Merino “por su incansable búsqueda de la verdad y la justicia durante su trayectoria profesional nacional e internacional”.

Garretón fue funcionario de Naciones Unidas y Representante para América Latina y el Caribe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Con estudios de leyes en la Universidad de Chile, Garretón Merino juró como abogado en 1967. Cuando ocurrió el Golpe Militar, se incorporó al equipo jurídico del Comité Pro Paz. Esto, hasta que el Comité se disolvió, para dar paso a la Vicaría de la Solidaridad el año 1976 pasó a formar parte de la entidad que surgió al alero del Cardenal Raúl Silva Henríquez.

El director del INDH, Sergio Micco se comunicó con Garretón para informar esta decisión: “Fue reconocido en primer lugar que tú asumiste la defensa irrestricta de los derechos humanos de personas con las cuales tú en un momento dado te opusiste, que fueron tus adversarios políticos muchas veces, pero que tú no dudaste el 11 de septiembre del 73 en ponerte del lado de ellos, tanto en el Comité Pro Paz, como en la Vicaría de la Solidaridad”, le dijo.

“El Consejo entiende que este premio se le concede a una persona que participó tan activamente en la Vicaría”, agregó Micco,

Garretón publicó una carta en su página oficial, en donde agradece el premio y a quienes siempre trabajaron a su lado “en la defensa de los DDHH en las épocas más difíciles”. «Este no es un premio a una sola persona, es el premio a un conjunto de personas y de instituciones que estuvieron involucradas en la lucha por los DDHH en la peor época de nuestro país», recalcó.

“Soy parte de una generación, y de varias generaciones a esta edad, que se comprometió a darle a este país una mínima esperanza de justicia, de mejor vida, de defensa de la vida y si hoy día se reconoce en mí ese trabajo, es porque hubo tanta gente que trabajó, que luchó, por estos mismos ideales”, expuso.

«Al instaurar el Premio Nacional de DDHH la sociedad chilena puso al lado de todas las otras actividades que ya tenían un reconocimiento como premios nacionales, esta dimensión que a mi juicio es central. Nada de lo que hacemos en nuestras vidas cotidianas y nada de lo que hacemos en las actividades de una sociedad, tienen sentido si no es por luchar por la vida y por la vida buena y por la dignidad de los seres humanos. Ese ha sido mi compromiso. Me han acompañado sobre todo mi esposa, mis hijos, mis hermanos y toda una cantidad muy grande de personas involucradas en esta gran travesía contra las violaciones de DDHH», agregó.

«Muchas gracias por este premio. De justicia, de mejor vida, de defensa de la vida», finalizó.