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En un comunicado, hicieron hincapié en tres incisos (dos de la ley “Ricarte Soto” y uno de la ley de “Derechos y Deberes”) que «impusieron una carga significativa para el desarrollo de terapias innovadoras».
La Academia Chilena de Medicina manifestó preocupación por las limitantes que existen en Chile para la investigación médica en el marco del desarrollo de varias vacunas para combatir la pandemia del covid-19.
En un comunicado, hicieron hincapié en tres incisos (dos de la ley “Ricarte Soto” y uno de la ley de “Derechos y Deberes”) que «impusieron una carga significativa para el desarrollo de terapias innovadoras, obligando a la provisión gratuita del producto de investigación de por vida al participante; haciendo punible todo evento que ocurriese a una persona que haya participado en un ensayo clínico independiente de una eventual relación causal, estableciendo plazos extraordinariamente largos e imprecisos para su ocurrencia y denuncia y prohibiendo la participación en ensayos clínicos de personas con incapacidad intelectual rechazando la opción de consentimiento por parte de familiares y/o representantes legales».
Sostienen que «dichas restricciones, aunque bien intencionadas, no existen en ningún país industrializado y llevaron a una marcada disminución de ensayos clínicos especialmente en enfermedades tan graves como cáncer, afecciones psiquiátricas, neurológicas, respiratorias e infecciosas».
Advirtieron que «estas disposiciones han inhibido la iniciación de ensayos clínicos en el país y pueden dejarnos fuera de la evaluación de nuevos medicamentos para tratar y vacunas para prevenir la avasalladora pandemia de Covid-19».
Finalmente, señalaron que «la Academia Chilena de Medicina, en concordancia con su oferta al Presidente de la República en reunión del mes de mayo recién pasado, se compromete a colaborar en todo lo necesario, incluyendo la discusión de propuestas específicas, para contribuir en la solución de este grave problema».
