CULTURA
Recurriendo a programas digitales, como Google Earth, y a documentos propios y públicos (como imágenes, textos y videos), Vólker Gutiérrez armó una secuencia de capítulos cortos, con las respectivas contextualizaciones históricas de la ciudad. Su primera parada es la Estación Central, donde hace una visita por seis hitos significativos de ese sector, tales como el propio recinto de la estación, la animita de Romualdito, la antigua Escuela Normal o la villa Portales.
El historiador Vólker Gutiérrez creó un recorrido virtual por Santiago, de cinco capítulos, que va recorriendo distintos barrios, llamado «Cartografía de la memoria», partiendo por la Estación Central.
Recurriendo a programas digitales, como Google Earth, y a documentos propios y públicos (como imágenes, textos y videos), Gutiérrez armó una secuencia de capítulos cortos, con las respectivas contextualizaciones históricas de la ciudad y del barrio, que hace una visita por seis hitos significativos de ese sector, tales como el propio recinto de la estación, la animita de Romualdito, la antigua Escuela Normal o la villa Portales.
El recorrido por el barrio Estación Central, en formato de video, fue dispuesto en un canal propio de la plataforma Youtube.
¿Por qué el barrio escogido? «La verdad es que originalmente estaba preparando otro tema para presentar al inicio, pero elegí ese barrio por dos razones: primero, porque lo he estudiado y recorrido bastante, sobre todo con mis estudiantes cada semestre; y, segundo, porque es un zona de una rica y variada historia, muy ligado al proceso de crecimiento de la ciudad a partir de la segunda mitad del siglo XIX y, como explico en los videos, se trata de un sector de ‘frontera’, donde la mezcla entre lo rural y lo urbano sigue muy presente, con varias instituciones trascendentales localizadas allí y que ha sido novelado también por la literatura chilena», explica.
Más adelante en este proyecto vendrán otros barrios, temas y ciudades (Gutiérrez incluso espera hacer algo con ciudades extranjeras).
«Pero deseo también sumar otras voluntades a esta iniciativa, para que el formato en que presentemos los contenidos logre ser lo más profesional y entretenido posible. La idea es dejar de usar programas digitales externos y recurrir a cámaras propias, sumar voces de expertos y gente común… y niños y jóvenes, por cierto. Todo ello bajo la figura del Ampelmann, que he elegido como centro del logo de este proyecto, pues se trata de un simpático personaje, con una extraordinaria historia, en disposición a caminar».
