CULTURA|MEDIOAMBIENTE
La climatóloga y experta en cambio climático declaró en una entrevista con El Mercurio que una de sus prioridades es la aprobación de la ley que crea el Servio de Biodiversidad y Áreas Protegida y la Ley Marco de Cambio Climático. Adicionalmente, dijo que se debe tratar con urgencia la crisis hídrica y las zonas de sacrificio. También expresó que se debe reforzar la institucionalidad ambiental.
La futura ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas aseguró en una entrevista con El Mercurio que una de sus prioridades en su puesto en el próximo gobierno es que se apruebe pronto la ley que crea el Servio de Biodiversidad y Áreas Protegida que lleva años en tramitación. Adicionalmente, declaró que otro de los énfasis estará en la implementación de la futura Ley Marco de Cambio Climático, que todavía no se aprueba por el Gobierno actual.
«Creo que mi rol es materializar que este sea el primer gobierno ecologista del país, como el dijo el Presidente Boric. Si yo logro materializar eso, creo que el país será reconocido como un líder mundial de protección del medio ambiente», declaró la experta en cambio climático.
Rojas es una destacada climatóloga, académica de la Universidad de Chile y directora del Centro de Ciencias del Clima y la Resilencia (CR)2. Además, participó en la redacción del informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) que fue publicado el año pasado.
Para la científica la Ley Marco de Cambio Climático es importante dado que «es el rayado de cancha del modelo de desarrollo del país para las próximas décadas». En ese sentido, agregó que la ley es una etapa crucial para cumplir los compromisos adquiridos cuando se formó el Acuerdo de París.
Los otros desafíos que mencionó fueron la crisis hídrica y las zonas de sacrificio.
«Lo más urgente es el tema del agua. La crisis hídrica es una causa muy sentida en la población y en muchos territorios porque llevamos más de 12 años con una megasequía. Tener que esperar que el agua te la lleve un camión aljibe es dramático», sostuvo.
También agregó: «Otra área que es crítica son las tristemente llamadas ‘zonas de sacrificio’, en donde el desarrollo es sucio y contaminante. Ese es un trabajo que hay que abordar de forma multifactorial y multisectorial».
Respecto a la aprobación del megaproyecto minero Dominga en la Región de Coquimbo la futura ministra no expresó una posición clara, sin embargo, dijo que es necesario actualizar la institucionalidad ambiental actual.
«Preferiría no involucrarme, pero lo que puedo decir es que tenemos una institucionalidad ambiental que ya tienen varios años, sin embargo, por alguna razón, sigue habiendo casos en los cuales la opinión pública no cree que esté funcionando bien y no cumple el propósito de tener reglas claras. Lo que se debe aprender de este caso es que debemos reforzar nuestra institucionalidad: si decimos que en un lugar la actividad productiva se debe limitar o debe ser cerro, entonces que eso ocurra. Vamos a llegar a una madurez del Estado cuando tengamos una institucionalidad que en que todos confiemos», explicó.
En relación a la compatibilidad del desarrollo económico con la protección ambiental, la climatóloga mencionó que «hay una falsa contraposición entre el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente que debe dejar de existir».
«No podemos seguir pensando que es lo uno o lo otro, porque deben ir de la mano. La única manera de desarrollarse es hacerlo en armonía, con la naturaleza y no contra ella», agregó.
