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Desorden y polarización: “El peso de los independientes” y los altos costos para la democracia PAÍS Imagen de Archivo

Desorden y polarización: “El peso de los independientes” y los altos costos para la democracia

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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Un reciente estudio del CEP concluyó que la tentación de incluir a cualquier tipo de independiente en listas de partidos se paga con altos costos que debilitan la democracia liberal, por lo que avanzar en reformas al sistema político resulta fundamental para superar la crisis de legitimidad.


La alta fragmentación y deficiente gobernabilidad que distingue al Congreso chileno, ha llevado al diagnóstico compartido sobre la necesidad de impulsar una reforma al sistema político y electoral, cuyo proyecto más avanzado hoy se encuentra en segundo trámite constitucional en la Cámara de Diputadas y Diputados. 

En lo fundamental, la iniciativa establece constitucionalmente el umbral de elegibilidad (5%), sanciona con la pérdida de escaño a los parlamentarios que renuncien al partido político por el cual fueron elegidos y permite excepcionalmente un proceso de fusión de partido más rápido para el caso de las próximas elecciones parlamentarias.

Medidas que, según el Centro de Estudios Públicos (CEP), podrían ayudar a una mayor cohesión y coherencia entre los partidos y bancadas, en un contexto donde la proliferación de independientes no contribuye al orden de la Cámara, ni a la fluidez del proceso legislativo, aportando de manera importante a la polarización.

Es lo que señala el estudio del CEP “Mi compromiso es con la gente”: El peso de los independientes en la Cámara de Diputadas y Diputados”, el que concluye que la tentación de incluir a cualquier tipo de independiente en listas de partidos se paga con altos costos que debilitan la democracia liberal. 

Para el análisis de la investigación se recopilaron los registros de votación de los 155 miembros de la Cámara correspondientes al período comprendido entre abril de 2024 y marzo de 2025. Se excluyó el mes de febrero de 2025 debido al receso legislativo, resultando en un total de 1.887 votaciones nominales analizadas.

De acuerdo al cruce de datos que expone el estudio, los independientes no hacen más coherente o cohesionado el comportamiento de las bancadas en la Cámara de Diputadas y Diputados con respecto a sus votaciones. 

“Son una fuente de desviación muchas veces justificada por la recurrida fórmula política del compromiso con la gente, una construcción semántica para invocar internamente una legitimidad supuestamente externa que permita justificar la renuncia a negociaciones y alineamientos o impulsar acciones populistas como los retiros, tal como en otros momentos lo ha sido la apelación al pueblo en la izquierda, o a las mayorías silenciosas en la derecha”, señala el texto. 

Por ejemplo, el caso más dramático de baja cohesión y falta de coherencia es el del Comité Social Cristianos y Nacional Libertarios. Según indica la investigación, “su rango de dispersión, tanto para la bancada como para militantes e independientes, es alto y la coherencia de su alineamiento es baja. Es de interés notar aquí que los independientes tienden a posicionarse más a la derecha que los militantes de partido”. 

Parte de los resultados también expone que los independientes con sensibilidad de izquierda fortalecen a los sectores de izquierda, y los independientes de derecha dividen a la derecha. Lo que hace que “la negociación política enfrente primero a los grupos con sus extremos, para luego poder negociar con el sector opuesto”.

“Alerta temprana de quiebres políticos mayores”

Para el sociólogo e investigador senior del CEP, Aldo Mascareño, otro de los riesgos para el sistema democrático –en el caso de que las reformas políticas no avancen en el Congreso– es que las posiciones extremas tienden a vaciar el centro político. Esto limita el rol moderador del centro político y hace que sus miembros oscilen hacia la derecha o hacia la izquierda. 

“Ello constituye una alerta temprana de quiebres políticos mayores, lo que abre el espacio para el intercambio de favores a través de votos (apoyos presentes a cambio de apoyos futuros) y, consecuentemente, al debilitamiento de la ya frágil capacidad de representación de los parlamentarios en relación con sus públicos. La mantención de estas condiciones por largo tiempo puede conducir a la política a un colapso del sistema hacia uno de los polos, o a que quede expuesto a outsiders políticos circunstanciales”, señala.

Asimismo, Mascareño advierte que “el proceso legislativo se debilita; queda preso de posibilidades sin solución. Las consecuencias de ello son: demora en la tramitación de leyes, ineficiencia legislativa, dilación en resolución de problemas sociales, pérdida de confianza de los ciudadanos en la política, crisis de legitimación del poder público y de la política”. 

En conversación con El Mostrador, el investigador también se refiere a los argumentos de quienes se resisten a la reforma que actualmente está en segundo trámite legislativo y que apuntan a una eventual amenaza contra la diversidad de voces que existen en el Parlamento.

“Es un profundo error conceptual pensar que la representación en el sistema político debe cumplir con un ideal de reflejar directamente la diversidad de la sociedad. En una democracia liberal, la representación no es un reflejo uno a uno de cada interés particular en la sociedad. El sistema político surge precisamente para reducir esa complejidad por medio de la representación a través de partidos políticos”, dice.

En ese sentido, agrega que “el binominal era un extremo de la representación que no se ajustaba a la historia chilena de partidos doctrinarios fuertes, ni al presente de mayor diversidad, pero la fragmentación actual de partidos y la explosión de independientes en la Cámara es también otro extremo que hay que evitar. Si no se hace esto, el proceso legislativo se atrofia y tienen lugar los riesgos descritos más arriba”.

Las advertencias en año electoral

En el marco de un año electoral presidencial y parlamentario, los datos del CEP evidencian el rol que pueden tener los partidos en el resguardo de la salud de la democracia chilena. 

Lo anterior, ante la “tentación de incluir figuras de farándula, influencers territoriales locales o ídolos identitarios que incrementen rendimientos electorales, se paga en el mediano plazo con una reducción de la cohesión partidaria, con el descenso de la coherencia de bancada, con aumento de la polarización, con pérdida de sentido doctrinario y con una deflación de la legitimidad general del sistema reflejada en la falta de confianza en las instituciones políticas y en el crecimiento de opciones paralelas que se distancian de los fundamentos de la democracia liberal y su Estado de derecho”. 

En esa línea, Mascareño reitera la urgencia de implementar una reforma al sistema político, donde todas las medidas pueden contribuir a la transformación de la actual tendencia a la fragmentación en un sistema representativo adecuado a la realidad chilena. 

“Los umbrales, la prohibición de listas de independientes, la prohibición de renunciar al comité parlamentario para los independientes en listas de partido bajo la sanción de perder escaño, la limitación de pactos y subpactos, modificaciones a reglas legales vinculadas con la ley antidíscolos y la Ley Electoral, todos esos son elementos que pueden contribuir a incrementar la calidad y eficiencia del proceso legislativo chileno y a superar su crisis de legitimidad”, enfatiza. 

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