El técnico del puntero no pierde el equilibrio ni la mesura, por más que vayan cinco fechas del Torneo de Clausura y Universidad de Concepción parezca invencible. Los del Campanil acumulan 15 puntos, con rendimiento perfecto.
No es la primera vez que la “U” de Concepción gana los cinco primeros partidos de un torneo. Ya lo hizo en el Apertura de 2004, con victorias sobre Temuco (5-0), Wanderers (2-1), Universidad Católica (4-3), Coquimbo Unido (5-0) y Colo Colo (2-0), y no fue campeón.
¿Qué hace que ahora se ilusionen tanto sus escasos pero incondicionales hinchas?
Más allá de los estrechos resultados conseguidos, el equipo ha mostrado virtudes que invitan al entusiasmo. Una línea de juego bien definida, con jugadores que se conocen perfectamente y que dialogan en el mismo idioma; un cuerpo técnico que encuentra soluciones; convicción en el trabajo y la entrega.
¿Será suficiente? Probablemente no, pues todavía restan muchos exámenes por rendir. Ronald Fuentes, quien dirigía a Iberia, recién a mediados de diciembre se hizo cargo del equipo, tras la desvinculación de Pablo “Vitamina” Sánchez.
El argentino había hecho una encomiable labor en los amarillos, con un rendimiento sorprendente en muchos partidos, pero también con mucha irregularidad.
Ahora Fuentes parece haber encontrado la manija para lograr el anhelado equilibrio, pero él tiene claro que esto recién comienza. “No armamos un equipo para ser campeones. Hablar de pelear el título es muy prematuro todavía. Por ahora nuestro objetivo es entrar a la liguilla y llegar lo más arriba posible”, dijo el entrenador con la misma serenidad con que salía jugando desde el fondo en su época de futbolista.
Y también ha reconocido que su trabajo se ha visto facilitado porque “este grupo lleva tres años jugando con un padrón de juego claro, y trabaja muy bien. Eso ha permitido adaptarme muy bien y de manera rápida”.
Tan rápida fue la adaptación, que la “U” penquista ha sido un huracán mientras los favoritos apenas levantan vuelo o caen en picada.
Todo comenzó el 4 de enero, en el estadio Municipal de Yumbel, con un claro 3-1 sobre Iquique. Fue el triunfo más abultado de la campaña, porque luego vendrían el 2-1 contra Huachipato en Talcahuano (9/01); otro 2-1, esta vez ante O’Higgins en Yumbel (17/01); el 3-2 a Cobreloa, de nuevo en Yumbel, el último día de enero; y el 2-1 sobre Barnechea, en San Carlos de Apoquindo, el martes.
Pese a todo, el director técnico cree que, a pesar de no haber enfrentado a ningún “grande”, su equipo ofrecerá siempre batalla: “Este equipo no se entrega nunca, pelea todas las pelotas. Y cuando hacemos juego asociado, somos contundentes”.
Casi como una declaración de principios, Fuentes sabe que los del Campanil han apostado preferentemente al contraataque: “Es que conocemos nuestras limitaciones y defendemos mejor. Hemos mostrado categoría a la hora de definir y eso ha resultado clave”.
¿Será suficiente? Nadie puede aventurarlo. Por ahora, sus hinchas se regocijan con la ventaja impensada y con la impresión de que a este equipo no hay con qué darle.
