Por un monumental error compartido entre la Asociación Panamericana de Atletismo y la Organización Deportiva Panamericana, deportistas que estaban listos para viajar a los Panam se quedarán de brazos cruzados y exigiendo explicaciones.
Esta vez las autoridades chilenas son inocentes. Ni el Instituto Nacional de Deportes (IND) ni el Comité Olímpico de Chile (COCH) tienen velas en este entierro. Y el dicho no es una exageración. Para un atleta competir en unos Juegos Panamericanos puede ser la culminación de años, lustros, una década de trabajo intenso. Por eso más de 20 de nuestros deportistas están profundamente apesadumbrados, intentando exigir una explicación de un hecho que no la tiene.
Luego de cumplir con las marcas mínimas exigidas (como se realiza en todos los grandes eventos atléticos), parte de los 54 chilenos clasificados se preparaba para partir a Toronto, Canadá, tras las últimas semanas de intenso entrenamiento.
Ahora se dice que 22 quedarán abajo del avión.
La Asociación Panamericana de Atletismo (APA), que había determinado las marcas mínimas, al parecer menospreció la capacidad de muchos exponentes americanos, y el resultado fue desastroso. Cuando en la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) contaron a todos los que habían clasificado, se percataron que no tenían espacio físico para albergar a tantos.
Según información extraoficial, llegaron resultados avalados y la correspondiente inscripción de al menos 980 atletas del continente, y sólo tienen espacio para 680. En consecuencia, les avisaron hace una semana a todas las federaciones atléticas de cada país que debían reducir unos 300 cupos.
En otras palabras, debieron subir las marcas mínimas, y en el listón más alto no pudo ser superado por 22 chilenos, que se quedarán sin Panamericanos. Tal como le sucedió a 16 atletas ecuatorianos y a 13 mexicanos, según se consigna en informaciones de prensa provenientes de esos países.
Para los exponentes chilenos, esto es “impresentable”, como dijo la lanzadora de disco y martillo Karen Gallardo. “Nadie tiene muy claro (si va), excepto los integrantes de las postas, porque de casualidad se mantuvieron esos cupos. Pero los que vamos por pruebas individuales, haciendo las marcas, no tenemos la certeza de estar en el campeonato”, señaló la deportista.
Gallardo explicó que la situación nace en que la organización “puso unas marcas demasiado fáciles para llegar al campeonato, cosa que nunca se había dado. Muchos países mantuvieron esas marcas mínimas, y por tanto, se daba que en muchas pruebas se llevaban dos deportistas por prueba. Eso incrementó mucho la cantidad de deportistas que tenían las marcas para clasificar”.
La velocista Isidora Jiménez, abanderada chilena para los Juegos, opinó que “debiesen haber avisado antes. Es un golpe duro para muchos compañeros. Una falta de respeto… Están jugando con los sentimientos y el trabajo de muchos profesionales”.
Incluso la veterana fondista Erika Olivera llegó al extremo de llamar a boicotear los Panamericanos. “No sé para qué estoy entrenando, aún no sé si voy, pero como sea, si no vamos todos, yo no iré. Acá somos varios los que creemos que o vamos todos o no va nadie”, declaró desde su lugar de entrenamiento en Estados Unidos.
La idea, en todo caso, ya fue descartada por varios. O sea, por los que sí tienen un cupo seguro y en Toronto cumplirán un sueño de toda la vida. Aunque acá queden compañeros exigiendo una explicación.
