Gobernador de Río de Janeiro firmó decreto para expropiar el terreno que ocupa la discoteca «Help», que desde hace más de una década es uno de los lugares más frecuentados por las prostitutas que circulan por la playa de Copacabana.
El Gobierno de Río de Janeiro ha comenzado a preparar el terreno para clausurar una discoteca que está considerada como un auténtico «templo» del turismo sexual en la ciudad, informó el diario «O Globo».
Según el periódico, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, firmó un decreto que determina la expropiación del terreno que ocupa la discoteca «Help», fundada hace veinte años por el español Francisco «Chico» Recarey, que en esos tiempos era conocido como «el rey de la noche carioca».
Este inmigrante gallego, nacido en el pueblo de Agualada, cerca de La Coruña, y que hoy tiene 66 años, llegó a Brasil en 1962, trabajó como camarero y construyó un emporio de diversión que, en la década de los años 80, llegó a contar con más de cuarenta discotecas, casas de espectáculos y restaurantes en Río de Janeiro.
Luego cayó en desgracia y, en marzo del 2005, fue condenado a siete años de prisión por delitos fiscales.
Help ha cambiado varias veces de dueño y desde hace más de una década es uno de los lugares más frecuentados por las prostitutas que circulan por la playa de Copacabana, así como por los turistas extranjeros que buscan placeres sexuales de una noche.
El decreto firmado por Cabral establece que el terreno que ocupa la discoteca será utilizado para construir la que ser la nueva sede del «Museo de Imagen y Sonido», según «O Globo».
Baltazar Castro, uno de los propietarios de Help, dijo al diario que para los dueños del lugar el decreto ha sido «una noticia bomba» de la que no sabían nada.
Sin embargo, Castro aclaró que el terreno pertenece a una persona fallecida y está en medio de un juicio por la herencia.
Dijo, además, que los dueños de la discoteca tienen un contrato de alquiler que vence en 2012, por lo que anticipó que podrían resistir a la medida adoptada por Cabral por la vía judicial.
EFE
