Embajador de Rusia ante la ONU advirtió al Consejo de Seguridad que «un escenario de ese tipo violaría en lo extremo la Carta de Naciones Unidas».
Rusia consideró este jueves que los planes de declaración unilateral de independencia de la provincia serbia de Kosovo y «los preparativos de algunos países para su reconocimiento» suponen una «quiebra descarada de la ley internacional».
Así lo expresó hoy el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, al Consejo de Seguridad de la institución internacional, reunido para tratar con carácter urgente la posibilidad de que Kosovo realice de forma inminente una declaración unilateral de independencia.
«Un escenario de ese tipo violaría en lo extremo la Carta de Naciones Unidas, y en particular el artículo 24 sobre la responsabilidad del Consejo de Seguridad en el mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo», afirmó.
El diplomático ruso se pronunció en la misma línea que hoy lo hicieran las autoridades de Belgrado, al considerar que si Pristina procede a esa declaración, tal como dicen que harán en los próximos días, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la debería declarar «inválida y nula».
Churkin agregó que ello también supone infringir la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad, que data de 1999, recoge el plan de paz internacional para Kosovo y garantiza a Serbia la soberanía y la integridad territorial.
Asimismo, señaló que Moscú espera que las fuerzas de seguridad de la ONU desplegadas en Kosovo (UNMIK) y las de la KFOR, de la Alianza Atlántica, «cumplan estrictamente con su mandato de acuerdo a la resolución 1.244, que es la única base legal» para justificar la presencia de esas fuerzas internacionales en la provincia serbia.
«Estamos seriamente preocupados ante la posibilidad de que se produzcan graves amenazas a la seguridad de la población local, si llegara a producirse una declaración unilateral de independencia», dijo Churkin.
También advirtió del «peligro real de violencia interétnica y de un aumento de la violencia y las actividades extremistas en Kosovo y en los Balcanes en general», si ello llegara a producirse.
El Consejo de Seguridad de la ONU comenzó hoy una reunión extraordinaria a puerta cerrada y en la que, además de sus 15 miembros, pidieron estar presentes otros 45 países.
Al encuentro asistió, además, el ministro de Exteriores de Serbia, Vuk Jeremic, quien a través de una carta pidió el martes la convocatoria del máximo órgano de decisiones de las Naciones Unidas.
Jeremic pidió al Consejo que se oponga a la declaración unilateral de independencia, reiteró la posición de Belgrado de que si Pristina lo hace, será nula e inválida, además de advertir que admitirla puede llevar a «una serie incontrolada de secesiones».
EFE
