Venezuela ha incrementado en los dos últimos años a la estadounidense Chevron, la francesa Total, la británica BP y la noruega Statoil, entre otras, los tributos que pagan por explorar, extraer, procesar y comercializar el crudo venezolano.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió este domingo sugerencias a sus ministros para crear próximamente un impuesto a la «ganancia súbita» a petroleras que operan en su país y destacó que el tributo ya es cobrado en otras naciones petroleras.
«Quiero que me presenten pronto la recomendación para lo que pudiéramos llamar el impuesto a la ganancia súbita», fruto del incremento de precios en la venta sin relación a los costos de la producción petrolera, dijo durante su programa dominical «¡Aló, presidente!».
Chávez admitió que tomó la idea del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
El Gobierno venezolano ha incrementado en los dos últimos años a la estadounidense Chevron, la francesa Total, la británica BP y la noruega Statoil, entre otras, los tributos que pagan por explorar, extraer, procesar y comercializar el crudo venezolano.
Un nuevo modelo de asociación de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), en empresas mixtas con las multinacionales como socias minoritarias, vigente desde el año pasado, le ha permitido «rescatar» 40.000 millones de dólares y sumar activos por más de 109.000 millones de dólares, según sus propias cuentas.
El nuevo modelo fue aceptado por una veintena de multinacionales, a excepción de la estadounidense Exxon Mobil, que por ello fue excluida de las operaciones petroleras en Venezuela y reclama a PDVSA una indemnización que debe ser definida por un tribunal internacional de arbitraje.
Antes de que éste actúe, Exxon inició acciones judiciales y ya logró que un tribunal de Nueva York congelara preventivamente una cuenta bancaria de PDVSA con 315 millones de dólares, y que otros jueces del Reino Unido y Holanda hicieran lo propio por hasta 12.000 millones de dólares, aunque Caracas dice que en esos dos países no tiene propiedades ni cuentas por ese monto.
En su contraataque a lo que Venezuela considera una «guerra del imperialismo» en su contra, PDVSA excluyó a Exxon de cualquier operación de compraventa de casi la mitad de los 3,2 millones de barriles diarios que produce Venezuela y que exporta a EE.UU.
Las autoridades venezolanas han anunciado que, además, le reclamarán a Exxon deudas laborales que habría dejado con sus trabajadores en el país y varios otros «saqueos», como los denomina el presidente venezolano, Hugo Chávez.
El presupuesto fiscal de Venezuela se financia casi en partes iguales con la recaudación de impuestos y la exportación de petróleo y derivados.
EFE
