El tema será tratado por los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva en una cita que tendrán el viernes en Buenos Aires.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, reiteró este lunes que su país no está en capacidad de renunciar a parte del gas que recibe de Bolivia para favorecer un aumento del suministro de esa nación andina a Argentina.
«La fórmula es simple: hay un compromiso para la venta de gas a Brasil y Brasil no puede renunciar a ese compromiso», declaró en relación a un asunto que será tratado el próximo sábado en Buenos Aires por los presidentes de los tres países.
El canciller descartó la posibilidad de que la posición de Brasil pueda crear conflictos en las relaciones con Argentina y recordó que antes de la reunión tripartita el asunto será tratado por los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva en una cita que tendrán el viernes en Buenos Aires.
Ambos se encontrarán el sábado con el presidente boliviano, Evo Morales, a fin de intentar llegar a una solución que le permita a la nación andina aumentar el suministro a Argentina, ante el incremento de la demanda que se prevé para el próximo invierno austral.
Brasil consume alrededor de 30 millones de metros cúbicos de gas boliviano por día, mientras que Argentina tiene firmados contratos de suministro por unos 7,7 millones diarios, aunque el suministro ha caído a cerca de tres millones en las primeras semanas de este año.
La actual producción de gas boliviano se sitúa en torno a los 40 millones de metros cúbicos por día y se prevé que aumentará para fin de año a unos 42 millones, pero expertos del sector calculan que la demanda externa e interna puede llegar entonces a unos 46 millones.
Según Amorim, siempre que la demanda interna brasileña esté garantizada, su país intentará auxiliar a Argentina «dentro del espíritu de la integración», aunque señaló que ahora Brasil tiene necesidad de asegurarse que el contrato con Bolivia se cumpla.
La semana pasada, en una visita a Brasilia, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo que su país garantiza el actual suministro a ambos países, pero aclaró que un posible aumento de los envíos de gas a Argentina dependerá de una negociación tripartita.
El éxito de esa negociación, al parecer, pasaría por el hecho de que Brasil ceda, pero Amorim insistió en que su país «tiene una gran dificultad en renunciar a lo que está en los contratos», al menos en este momento.
Sobre la próxima visita oficial que Lula hará a Buenos Aires, dijo que se hará un «seguimiento» a los distintos acuerdos que ambos países tienen en diversas áreas, entre las que citó las de defensa y seguridad, nuclear, espacial, social y energética.
En el sector de defensa, dijo que existe «una cooperación normal e intensa», que ya ha llevado a la construcción de los primeros prototipos del «Gaucho» o VLEGA (Vehículo Liviano de Empleo General Aerotransportable), un todoterreno de uso militar diseñado en forma conjunta por ambos países.
EFE
