«Esto implica la suspensión de los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personales, a la inviolabilidad de domicilio y al derecho de reunión y de tránsito», dijo el primer ministro Jorge del Castillo.
El Gobierno de Perú decretó el martes un estado de excepción en ocho provincias costeras ante la ola de asaltos presentada en la carretera Panamericana Norte tras un paro convocado por los agricultores, informó el primer ministro peruano, Jorge del Castillo.
El ministro señaló que la medida se prolongará durante una semana y comprende a las provincias de Huaura, Huaral y Barranca, en el departamento de Lima; Huarmey, Casma y Santa, en el departamento de Ancash; y Virú y Trujillo, en el departamento de La Libertad, estos dos últimos al norte del país.
«Esto implica la suspensión de los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personales, a la inviolabilidad de domicilio y al derecho de reunión y de tránsito», remarcó Del Castillo.
El primer ministro consideró que el paro agrario iniciado el lunes último fue «un fracaso», pero precisó que fue «suficiente para que pequeños grupos de agitadores y delincuentes mezclados entre agricultores tomen carreteras y se dediquen a asaltar autobuses en las carreteras».
La Policía Nacional informó, por su parte, que envió 600 agentes de refuerzo a la zona norte y que efectivos del Ejército se unirán de inmediato a las tareas de remoción de escombros y control de las carreteras.
La cadena local Panamericana Televisión reportó, por su parte, que una persona murió durante los incidentes violentos, aunque no precisó las circunstancias.
La huelga, convocada por la Confederación Nacional Agraria (CNA), desencadenó una serie de actos violentos en diversas regiones del país, al punto que fue suspendido el servicio del tren que conduce desde la ciudad del Cuzco a la ciudadela inca de Machu Picchu, el principal destino turístico de Perú.
Los incidentes más graves se presentaron, sin embargo, en la localidad de Pativilca, al norte de Lima, donde cientos de personas quedaron varadas en autobuses y automóviles que se encontraron con la carretera Panamericana bloqueada por los manifestantes.
Al pasar de las horas, grupos de vándalos y delincuentes atacaron muchas de las unidades y asaltaron a numerosos pasajeros, según reportaron los medios locales.
También se produjeron bloqueos en la misma vía en Huarmey, Chimbote, Trujillo y Piura.
El ministro de Agricultura, Ismael Benavides, declaró hoy que, pese a los bloqueos parciales, el abastecimiento de alimentos en la capital ha sido normal.
Benavides dijo que se coordina con la policía nacional y con la fiscalía las acciones legales pertinentes contra los manifestantes por afectar los derechos de los pasajeros.
Además, el ministro peruano subrayó que «la mayoría (de los manifestantes) no son agricultores», porque la gran parte de las organizaciones campesinas no acató la jornada de protesta.
La Confederación Nacional Agraria (CNA), la Convención Nacional del Agro Peruano (Coveagro) y la Junta Nacional de Usuarios de Riego del Perú (Jundrp) dieron inicio a un paro indefinido en reclamo de mejoras en la deuda agraria, compensaciones por el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y el uso del agua.
Sin embargo, numerosas bases agrarias y asociados a la Jundrp rechazaron esta medida y pidieron una nueva reunión de todos los afiliados para revocar la medida de fuerza y continuar con el diálogo que mantienen con las autoridades.
EFE
