Opositor José Gabriel Ramón dijo que muchos se han entusiasmado, pero Fidel Castro estará ahí tras bambalinas.
El disidente cubano Alejandro González Raga dijo este martes que Cuba vivirá «otros cincuenta años» de dictadura con Raúl Castro, «o con quien sea», y la Isla no verá cambios «si el pueblo no se levanta» para reclamar sus derechos.
Con estas palabras resumió González Raga las ideas expresadas hoy por él y sus compatriotas José Gabriel Ramón, Omar Pernet y Pedro Pablo Álvarez, en una nutrida rueda de prensa en Madrid en la que aseguraron que más que liberados por el Gobierno de Cuba se consideran «desterrados» de la Isla.
Los cuatro disidentes, integrantes de un grupo de 75 condenados en 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel, acusados de conspirar con EEUU, atentar contra la independencia del Estado y socavar los principios de la Revolución, llegaron este fin de semana a Madrid, después de una excarcelación en la que medió el gobierno español.
Aunque la cita con la prensa había sido convocada para hablar de su experiencia como ex-presos del régimen cubano, las preguntas y respuestas giraron mayoritariamente en torno al anuncio hecho en las últimas horas por Fidel Castro de que renuncia a su elección como presidente del Consejo de Estado y Comandante de la Revolución Cubana.
José Gabriel Ramón fue claro al expresar la situación generada por las últimas noticias procedentes de la Isla: «Ustedes se han entusiasmado, pero Fidel estará ahí tras bambalinas».
Los disidentes recién llegados a España expresaron su convencimiento de que la nueva situación no va a suponer ningún cambio y, a una pregunta sobre la posibilidad de que Raúl Castro pudiera ser garantía de alguna evolución, González Raga respondió que «con el único que habrá cambio será con Raúl Rivero», que también fue excarcelado y reside en España desde 2005.
Todos consideran que Cuba sólo verá cambios cuando se produzca una liberación masiva de presos de conciencia y, según Pedro Pablo Álvarez, «sólo habrá un verdadero cambio» cuando se reconozca el derecho «a la libre determinación» de los cubanos.
José Gabriel Ramón expresó la satisfacción del grupo por poder estar en España y por tener «la oportunidad de hablar en nombre de los hermanos cubanos».
«Abogamos por la solidaridad de las personas que aman la democracia», dijo Ramón, y aunque expresó su gratitud por poder estar en España aseguró que desearía volver a la Isla de inmediato en un marco «de entera libertad».
Los opositores cubanos reiteraron su escepticismo ante la nueva situación creada por el anuncio de Fidel Castro, y coincidieron en que sólo se trata de un «cambio nominal», pues -según ellos- en la Isla no hay libertades públicas ni económicas, no hay reconocimiento a la oposición ni legalización de partidos políticos, y ningún debate.
«Y, si no hay debate político, no puede haber ninguna transformación», afirmó José Gabriel Ramón.
Los disidentes expresaron que hay esperanza para el futuro de Cuba en el hecho de que hay una oposición interna que «ha renacido con otras características», y citaron el Proyecto Varela, que lidera Osvaldo Payá, abogando por la transición a la democracia en Cuba, y a Vladimiro Roca.
José Gabriel Ramón expresó su convencimiento de que los cubanos llevarán a cabo su «propio cambio», con la referencia -dijo- de la Transición española.
«Una transición -sostuvo Ramón- en la que participen todos los cubanos, con diferentes organizaciones políticas, e incluso con los exiliados en España».
El pueblo cubano, apostilló Álvarez Ramos, «aportaría las soluciones que la Isla necesita; ellos tiene la solución y la propondrían si tuvieran libertad para hablar».
Álvarez Ramos también negó las «mentiras» que dijo propaga el Gobierno de Cuba, que los disidentes hayan pedido intervención de gobierno alguno, que sean «pro-americanos» o que tengan vínculos con el espionaje estadounidense.
«No tenemos compromisos con nadie -añadió Ramos-; sólo agradecimiento con quienes piensan igual que nosotros, que son libres y desean que los seamos nosotros también».
EFE
