Las autoridades mantienen en la provincia de Samar Oriental el estado de emergencia declarado el pasado martes, cuando muchas localidades y aldeas quedaron aisladas por carretera a causa de las copiosas precipitaciones.
Las autoridades elevaron a 20 el número de personas muertas y situaron en cinco los desaparecidos en las inundaciones y deslizamientos de tierra que afectan al este y sur de Filipinas, mientras que los daños a la agricultura y las infraestructuras ascienden a unos 25 millones de dólares.
Al menos catorce personas han perdido la vida en los terrenos anegados de las provincias de Samar Oriental y Leyte, y las otras seis víctimas mortales sucedieron en corrimientos de tierra en la isla de Mindanao, la más grande e importante del sur de Filipinas, según datos de la Oficina de Defensa Civil.
Las autoridades mantienen en la provincia de Samar Oriental el estado de emergencia declarado el pasado martes, cuando muchas localidades y aldeas quedaron aisladas por carretera a causa de las copiosas precipitaciones.
El número de personas afectadas asciende a 288.780 y pertenecen a poblaciones en Samar, Leyte, Biliarn, Panay, Catanduanes y a la península de Bicol.
El Departamento de Bienestar social indicó que dispone de los suficientes fondos y almacén de bienes para atender a los damnificados.
La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (Pagasa) informó de que las lluvias continuarán hasta finales de semana y seguirán dando lugar a riadas en las regiones de Bicol y Visayas.
Filipinas sufre cada año inundaciones y deslizamientos de tierra en los que mueren decenas de personas, principalmente durante la estación lluviosa, que comienza a mediados de mayo o principios de junio y acaba en noviembre.
A fines de 2006, cuatro tormentas consecutivas anegaron varias zonas del sur de Luzón y causaron inundaciones en las que perdieron la vida cerca de 1.300 personas y casi tres millones se vieron afectadas.
EFE
