El enardecido adherente de Clinton fue acusado de daños corporales con agravantes y se encuentra bajo custodia policial, tras haber renunciado a pagar 20.000 dólares de fianza.
Una campaña presidencial, y más si es una tan reñida como la que se da entre los demócratas Hillary Clinton y Barack Obama, está llena de puñaladas simbólicas, pero dos de sus partidarios ya la han emprendido a puñaladas de verdad.
El hispano José Antonio Ortiz, partidario de Clinton, apuñaló el pasado jueves a su cuñado Sean Shurelds, simpatizante de Obama, durante una discusión política en una vivienda de Upper Providence Township, en Pensilvania, según un informe policial que publica hoy la página de internet TheSmokingGun.com.
De acuerdo con el informe, en los momentos previos al apuñalamiento Shurelds, de 41 años, había dicho a Ortiz, de 28, que Obama estaba «aplastando» a Clinton en las primarias demócratas para la presidencia de Estados Unidos.
Ortiz saltó en defensa de la senadora por Nueva York con el argumento de que «Obama no es realista».
La disputa pasó a mayores rápidamente y los dos cuñados empezaron a golpearse. En un momento dado, según la Policía, Ortiz sacó un arma blanca y apuñaló a su pariente en el estómago.
El enardecido partidario de Clinton fue acusado de daños corporales con agravantes y se encuentra bajo custodia policial, tras haber renunciado a pagar 20.000 dólares de fianza.
La víctima fue ingresada en el hospital de Hahnemann University, en estado grave.
Una encuesta de la cadena de televisión CBS indica que la mayoría de los demócratas prefiere que Obama sea el candidato del partido en las elecciones presidenciales de noviembre por encima de Clinton.
La encuesta señaló que un 54 por ciento de los votantes demócratas dice que apoya la designación de Obama como candidato del partido, en tanto que 38 dijo preferir a Clinton.
EFE
