El incidente ocurrió en pleno ciclón «Emma», que cobró 15 vidas en toda Europa y de cuya virulencia habían advertido con gran énfasis los servicios meteorológicos.
El supuesto «héroe» de la espectacular maniobra que evitó una catástrofe aérea, en pleno ciclón «Emma», no fue el piloto de Lufthansa, como se dijo, sino su auxiliar, mujer y copiloto.
Así lo afirma en su edición de este martes el diario «Bild», según el cual en el momento de intentarse lo que fue un aterrizaje fallido, con ráfagas de viento de 120 kilómetros por hora, quien sujetaba los mandos era la copiloto, identificada como Maxi J., de 24 años.
Esta información añade otro elemento de confusión al caso, del que expertos de Seguridad Aérea de Alemania y del aeropuerto de Hamburgo analizan aún posibles responsabilidades de lo que hubiera podido terminar en catástrofe.
Mientras, el lunes los medios reproducían una y otra vez las imágenes de la espectacular maniobra y hablaban de la heroicidad del piloto, Oliver A. de 39 años, algunos expertos valoraban si tal vez no se actuó con cierta imprudencia.
Según algunas fuentes, el piloto podía elegir entre dos pistas, una de las cuales estaba mejor preservada contra el viento lateral, pero optó por la más expuesta.
Por parte del aeropuerto de Hamburgo, donde ocurrió el incidente, se constató que el piloto estuvo informado desde la torre de control de la situación meteorológica.
Los hechos ocurrieron el sábado, cuando un Airbus 320 de Lufthansa, con 131 pasajeros a bordo y procedente de Múnich, trataba de tomar tierra en ese aeropuerto.
Justo cuando iba a aterrizar, después de varios devaneos en el aire, una ráfaga de viento de más de 120 kilómetros por hora casi desplazó fuera de la pista el aparato, cuyo ala izquierda resultó dañada al tocar el suelo.
Tras enderezar el rumbo, el piloto -o su copiloto- optó por alzar de nuevo el vuelo para realizar el aterrizaje en un segundo intento, esta vez en la pista más resguardada.
El incidente ocurrió en pleno ciclón «Emma», que cobró 15 vidas en toda Europa y de cuya virulencia habían advertido con gran énfasis los servicios meteorológicos.
Desde el pasado viernes había en toda Alemania alarma no sólo en aeropuertos sino también en ferrocarriles y tráfico marítimo.
Los servicios meteorológicos habían lanzado la máxima alerta ante el temor a que el temporal adquiriese las proporciones del huracán «Kyrill» que en 2007 causó 47 muertes en toda Europa.
EFE
